Santos Julio Sevilla Rivera, de 55 años, pronto cumplirá un año en prisión, tras ser detenido de forma arbitraria. En prisión, donde su salud se está deteriorando está perdiendo la visión.
«Un católico condenado injustamente en el juicio de Cáritas está perdiendo la visión en prisión, denunció La investigadora y abogada, Martha Patricia Molina, autora del informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?,
La Policía lo secuestró el 20 de mayo del año 2023. Sevilla Rivera, tenía 23 años de trabajar como mensajero en Cáritas Esteli y 26 años de pertenecer al coro de la parroquia San Francisco de Asís en Estelí. A Sevilla Rivera lo secuestró la policía «sin importarles la discapacidad que padece».
Sevilla Rivera es uno de las 138 personas presas políticas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua. Al momento de su secuestro los oficiales preguntaron: ‘dónde está el señor del coro de la iglesia»‘.
Pronto cumplirá un año en prisión y durante el juicio no se le respetaron las garantías constitucionales, igual como ocurrió con otros presos políticos del régimen Ortega Murillo.
«Su juicio fue a puerta cerrada y sin respetar las garantías del debido proceso. Nunca le permitieron abogado de su confianza».
Persecución en Nicaragua
Sevilla Rivera era un fiel colaborador de monseñor Rolando Álvarez, líder católico desterrado y desnacionalizado. «Su secuestro fue clara venganza de la dictadura sandinista porque don Julio era colaborador de monseñor Rolando Alvarez», denunció en su momento Molina.
La personería jurídica de la Asociación Cáritas Diocesana de Estelí fue cancelada el 2 de febrero del 2022, junto a tres organizaciones ligadas a las Diócesis de Estelí y cinco universidades privadas de Nicaragua.
Posteriormente, el 7 de marzo del 2023, el Ministerio del Interior aprobó la “disolución voluntaria” de la Asociación Cáritas Diocesana de Jinotega (Cáritas Jinotega) y Cáritas de Nicaragua, ambas consideradas el brazo social de la Iglesia en Nicaragua.
El régimen Ortega Murillo emprendió una persecución en contra de la Iglesia católica en Nicaragua: exilio, cárcel, destierro y prohibición de las actividades propias de la iglesia son algunas de las acciones en esta ofensiva.