Daniel Noboa, quien se autodefine como un defensor de la libertad de empresa, se proyecta como el prototipo del éxito e intenta sacudirse de la política tradicional, ganó las elecciones del domingo en Ecuador tras derrotar a su contrincante, Luisa González, protegida del expresidente Rafael Correa.
El guayaquileño de 35 años, heredero de un imperio empresarial bananero, será el presidente más joven de la historia de Ecuador.
El hijo mayor del magnate y cinco veces candidato presidencial Álvaro Noboa y de la médica y exlegisladora Annabella Azín, Daniel Noboa heredó no sólo un legado empresarial sino también el gusto por la política, aunque evita encasillarse en alguna corriente ideológica.
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Noboa se ha distanciado de la retórica populista de su padre, y optó por centrarse en propuestas para atraer inversión extranjera y desarrollar el sector empresarial de Ecuador, que han sido bien recibidas por los inversores.
Prometió la creación de empleos, especialmente para los jóvenes, y dedicó mucho tiempo de su campaña para visitar universidades. Aproximadamente una cuarta parte de los votantes de Ecuador son jóvenes de entre 18 y 29 años. Noboa dijo que el “voto femenino y joven empujó nuestra candidatura hacia adelante”.
Con tono de voz pausado y poco confrontativo, Noboa se metió a la segunda vuelta electoral en un fenómeno que ni las encuestadoras ni sus rivales intuyeron.
La presencia femenina en su campaña es relevante y según los expertos fortalecen el mensaje de servicio social y de unidad familiar que se empeña en proyectar.
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Su madre ha sido clave, como lo fue en las campañas de su esposo. Con delantal blanco y estetoscopio, la doctora en medicina de 62 años recorrió el país para promover la candidatura de su hijo en caravanas, reuniones y actos públicos.
Su esposa, la influencer y nutricionista ecuatoriana Lavinia Valbonesi, de 25 años, también fue una constante en su campaña. Con ella postea en Tik Tok momentos románticos, divertidos y familiares.
En la campaña electoral de Noboa primó otra faceta: la del deportista, corriendo o alzando pesas, o la del músico compartiendo playlists, cantando y tocando en la guitarra eléctrica temas de Maná, Juan Gabriel y hasta Metallica. También aparecía frecuentemente con sus hijos.
Con un título en administración de negocios y otro en administración pública por la universidad de Harvard, Noboa comenzó su trayectoria política como legislador en 2021. A los 18 fundó su propia empresa y luego trabajó en la corporación de su padre, quien es el hombre más rico de Ecuador, con una fortuna estimada de 910 millones de dólares y un emporio de 128 empresas en más de 50 países.
Noboa gobernará la nación andina a partir de diciembre hasta el 24 de mayo del 2025, cuando debía terminar el mandato de Guillermo Lasso.
La campaña electoral estuvo marcada por violencia y amenazas a los candidatos, y llegó a su punto más álgido tras el asesinato a tiros del aspirante anticorrupción Fernando Villavicencio en agosto.
La economía de Ecuador ha luchado por recuperarse a raíz de la pandemia de coronavirus, lo que ha generado una ola delictiva -que Lasso atribuye a disputas entre bandas narcotraficantes- y a un fuerte aumento de la migración.
Noboa dijo que impulsará la creación de empleo a través de inversión privada en sectores estratégicos, formación profesional de acuerdo con los requerimientos del mercado laboral y mantenimiento de infraestructura pública.
También se ha comprometido a luchar contra la inseguridad y el crimen, ofreciendo crear una nueva unidad de inteligencia para enfrentar a las bandas y suministrar armas tácticas a la fuerza pública.
Ha planteado la idea de encerrar a los criminales más peligrosos del país en barcos prisión en alta mar.
«Si las cosas estuviesen bien estaría tranquilo en mi casa viendo la caída del sol con mis perros, en vez de estar en una carrera política», dijo Noboa en una entrevista con un medio local en agosto. «Mi sueño es ayudar al país».
