En un llamado público a la comunidad internacional, el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Jorge Canahuati, reclamó que el 2022 debe ser el año en el que se restaure la democracia en Nicaragua.
En el mensaje habitual de fines de año, en el que la SIP hace un balance anual sobre el comportamiento de la libertad de prensa en el continente americano, Canahuati pone énfasis sobre Nicaragua como el país con la mayor regresión en 2021.
A la vez instó al régimen nicaragüense decretar una amnistía para que sean liberados los presos de conciencia, medida a la que considera «el punto de partida para tratar de restaurar la democracia».
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«Durante 2021 los más graves atropellos contra la libertad de prensa y de expresión en las Américas ocurrieron en Nicaragua. En ese país, varios periodistas, junto a los principales líderes de la oposición cívica y directivos de organizaciones no gubernamentales permanecen encarcelados y sin derechos procesales”, expresó en su mensaje de fin de año Canahuati.
Reiteró que “solo una amnistía para los prisioneros de conciencia podría ser el punto de partida para tratar de restaurar la democracia en Nicaragua, aunque el régimen del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo se mantienen inconmovibles en esta Navidad”.
Avasallamiento contra la prensa independiente
El presidente de la SIP, señaló a Nicaragua como el ejemplo más palpable de avasallamiento contra la libertad de prensa representado a través de los ataques al diario La Prensa, cuyas instalaciones fueron tomadas por el régimen hace 132 días y su gerente general, Juan Lorenzo Holmann, detenido.
“El periódico ha sobrevivido a la dictadura de Anastasio Somoza, a los ataques de la revolución sandinista, a varios terremotos, la destrucción de sus oficinas por turbas, el ejército y la policía, boicots económicos, el encarcelamiento de directores y editores y hasta el asesinato de su director, Pedro Joaquín Chamorro en 1978”, destacó.
Tras el último allanamiento, “el diario, se vio obligado a despedir a más de 120 trabajadores, aunque sigue publicándose de forma virtual gracias a valerosos periodistas que continúan en el país y, otros, desde el exilio. Su gerente general, Juan Lorenzo Hollman, vicepresidente regional de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, lleva más de cuatro meses y medio en prisión y su salud se ha deteriorado”, denunció.
“Es impresionante que, casi 44 años después, la familia Chamorro sigue pagando el precio de enfrentar a las dictaduras. Los hermanos Cristiana y Pedro Joaquín Chamorro Barrios se encuentran privados de su libertad y su otro hermano, Carlos Fernando, se exilió en Costa Rica para evadir el sunami represivo de los Ortega”, lamentó en su mensaje.
Encarcelamiento
El caso de La Prensa y del arresto de sus directivos no es el único, señaló, pues desde junio se encuentra encarcelado Miguel Mora, director del canal 100% Noticias y precandidato presidencial, a quien se le acusa de «conspiración para cometer menoscabo a la soberanía nacional». También están presos Miguel Mendoza, cronista deportivo y Jaime Arellano, periodista y comentarista.
Unos 50 periodistas han recibido citatorios judiciales y, ante constantes amenazas, muchos se vieron obligados a abandonar el país, como el editor jefe Octavio Enríquez y otros siete periodistas de La Presa, el fotógrafo de Confidencial, Carlos Herrera.
65 periodistas en riesgo
Resaltó que, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) registró unos 65 casos de periodistas en situación de extrema de vulnerabilidad y riesgo. Además, la CIDH otorgó medidas cautelares a unos 49 trabajadores de los medios Confidencial, Divergentes, Radio Darío y La Costeñísima.
“En junio (pasado), como parte del trabajo de la SIP a favor de la libertad de prensa, realizamos una misión virtual con la que recogimos testimonios de periodistas, directivos de medios, dirigentes de la oposición, académicos, empresarios, representantes de la sociedad civil y de la Iglesia Católica.
Todos ellos, sin excepción, nos solicitaron mantener la denuncia internacional y el apoyo a los periodistas nicaragüenses “indicó.
En esta época “desde la SIP hacemos llegar un mensaje de admiración y solidaridad con los prisioneros políticos y periodistas encarcelados por el régimen. Reiteramos nuestro compromiso de seguir exigiendo al gobierno nicaragüense que respete y garantice la libertad de prensa”, finaliza el mensaje.