La Policía al servicio de Daniel Ortega y Rosario Murillo detuvo la noche del domingo 11 de diciembre al periodista y jefe de medios de la Diócesis de Matagalpa, Manuel Antonio Obando Cortedano.
Según la plataforma Mosaico también fue detenido el periodista Wilberto Artola, quien trabajaba en el canal de televisión por cable TV Merced.
Hasta la hora de esta publicación, la Policía no emite ningún comunicado para informar sobre la detención de ambos.
La Diócesis de Matagalpa tampoco informa de la detención, sin embargo a través de sus redes sociales colocaron una publicación con varias fotografías, entre ellas la de monseñor Rolando Álvarez quien se encuentra detenido desde el pasado 4 de agosto.
«En el día de Nuestra Señora de Guadalupe, no olvides elevar una plegaria por Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, sacerdotes, diácono, seminaristas y laico que le acompañaban en la Curia Episcopal hasta la madrugada del 19 de agosto pasado».
En Nicaragua, la iglesia católica es víctima de ataques y de persecución por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que mantiene a 11 religiosos presos.
Los ataques provienen de la Policía Nacional, el Ministerio de Gobernación, la Asamblea Nacional, el Ministerio Público, entre otras instituciones.
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Varias organizaciones religiosas fueron canceladas y confiscadas; el nuncio Waldemar Stalislaw Sommertag fue expulsado del país, al igual que dos grupos de misioneras y varios sacerdotes obligados al exilio.
La detención de monseñor Álvarez en Matagalpa
Monseñor Rolando Álvarez tiene 55 años de edad y es el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí. Es un férreo crítico del régimen Ortega-Murillo.
Luego de varios meses de asedio y su desplazamiento forzado por varias parroquias del país fue cercado por la Policía Nacional en la Curia Episcopal matagalpina, en donde vivió junto a otros religiosos 16 días de incertidumbre, desvelo, hambre y plegarias, bajo la prohibición de salidas y entradas en el edificio religioso.