A pesar de la reciente liberación de 135 presos políticos en Nicaragua, el ambiente de persecución contra voces críticas sigue siendo alarmante en Nicaragua, donde «nadie ha visto ni sabido nada» de la desaparición de la periodista independiente y activista feminista Fabiola Tercero Castro, denunció la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
«La periodista Fabiola Tercero Castro sigue desaparecida, sin que se sepa nada de su paradero desde el 12 de julio», afirmó RSF en una nota difundida este 18 de septiembre.
El caso de Tercero es un claro ejemplo de la represión que enfrenta la sociedad civil bajo el régimen de Daniel Ortega.
Desde el 12 de julio de 2024, no se ha tenido noticia alguna de Tercero, quien previamente había denunciado el allanamiento de su domicilio por agentes gubernamentales liderados por la comisionada Lidia Baltodano, recordó RSF.
RSF exigió al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo una respuesta urgente, solicitando que se esclarezca el paradero de la periodista y se garantice su seguridad.
«Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide al gobierno nicaragüense que aclare urgentemente su caso y garantice su seguridad, pues crece la preocupación de que las autoridades puedan estar implicadas en su desaparición», aseguró RSF.
El silencio oficial en torno a su desaparición ha generado una creciente preocupación entre organizaciones internacionales de derechos humanos, quienes temen que las autoridades puedan estar implicadas.
Caso de Fabiola Tercero es selectivo
Este caso ilustra cómo, a pesar de los aparentes gestos de apertura, como la liberación de presos políticos, el control sobre las voces disidentes en Nicaragua sigue siendo feroz y selectivo.
La desaparición de Fabiola Tercero Castro, quien además es una figura reconocida por su activismo feminista, pone de relieve el riesgo que enfrentan quienes cuestionan el statu quo en un país donde la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas parecen ser cada vez más vulnerables.
«Según la información de que dispone RSF, no hay registro oficial de que fuera trasladada a La Esperanza, la cárcel en la que suelen estar recluidas las mujeres detenidas», alerta el organismo que trabaja en la promoción y la defensa de la libertad de informar y de ser informado en todo el mundo.
RSF y otras organizaciones internacionales instan al gobierno de Ortega a rendir cuentas y proteger la integridad de quienes luchan por la verdad, en un país donde las desapariciones y la represión política siguen marcando la pauta.