Voz de América
MARACAIBO, VENEZUELA. – El Parlamento venezolano instalado a inicios de este año, y que buena parte de la comunidad internacional considera ilegítimo, designó a los directivos que liderarán el Consejo Nacional Electoral hasta 2028.
Las bancadas de los partidos leales al presidente Nicolás Maduro, que controlan la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional, y de la oposición del líder político Juan Guaidó votaron a favor de la escogencia de cinco rectores principales y diez suplentes para integrar el poder comicial.
El directorio principal del Consejo Nacional Electoral quedó integrado, finalmente, por tres funcionarios vinculados al oficialismo y dos, a la oposición.
Así, el Parlamento votó por Pedro Calzadilla, historiador, exministro de Hugo Chávez y Maduro; Tania D’Amelio, exactivista del Partido Socialista Unido de Venezuela, quien ya integraba el CNE; y Alexis Corredor, docente, exdiputado de la Asamblea Nacional Constituyente, quien se autodefine como “militante del PSUV”.
La Asamblea Nacional también secundó el nombramiento como rectores principales de Enrique Márquez, exdiputado de partidos opositores, como La Causa R y Un Nuevo Tiempo; y Roberto Picón, ingeniero de sistemas, y ex asesor de la extinta Mesa de la Unidad Democrática, contraria al chavismo.
La selección de los nuevos directivos del CNE venezolano se concretó a final de la tarde de este martes con el voto de la mayoría calificada del Parlamento, es decir, de al menos las dos terceras partes de sus 277 diputados.
El poder legislativo votó también abrumadoramente por la incorporación en el ente electoral de diez rectores suplentes, entre los que se encuentra un grupo de postulados por organizaciones de la sociedad civil cercana a la oposición.
Los escogidos para integrar el CNE ocuparán sus cargos de forma inmediata y por los próximos siete años, como establece la Constitución nacional.
Rechazo de Guaidó
El Parlamento venezolano que recién escogió al nuevo CNE no goza de reconocimiento oficial por parte de decenas de gobiernos de América y Europa. La Organización de Estados Americanos y la Unión Europea emitieron resoluciones que tachaban a ese poder legislativo de “ilegítimo”, por considerar que las votaciones que derivaron en su elección no ofrecían garantías.
Juan Guaidó, líder opositor considerado como presidente interino de Venezuela desde 2019 por al menos 50 países, rechazó la votación de este martes.
“La estrategia la misma: violar constitución, dividir, supuestos gestos para evitar disputar el cambio o lograr acuerdo integral que atienda la crisis. El resultado será el mismo de 2018 o 2020, desconocimiento y rechazo”, escribió en Twitter.
Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento y uno de los más cercanos colaboradores del presidente Maduro, consideró antes de la votación que tal selección significaba “un momento estelar de la vida política de Venezuela”.
Reivindicó, además, que los actores políticos nacionales diriman sus diferencias entre dos opciones: “la Constitución, o el abismo, la nada, la aventura”. Hizo votos, asimismo, porque este nuevo poder prepare el escenario para que se resuelvan pacíficamente “los asuntos que conciernen al pueblo de Venezuela”.
La escogencia del CNE representa acuerdos entre quienes participaron en la votación de diciembre pasado y quienes no, según el diputado José Gregorio Correa, de una corriente alternativa del partido opositor Acción Democrática.
“Es una buena señal de que no hay otra vía que no sea la electoral. Es el único escenario donde nos podemos encontrar”, manifestó ante la plenaria.
El legislador dejó colar en su discurso la propuesta de que ese naciente poder electoral organice un referendo revocatorio contra Maduro en 2022.
“Un primer paso”
La organización Foro Cívico, que agrupa un número de organizaciones de la sociedad civil y que postuló unos 15 candidatos a rectores al Poder Electoral, expresó que se trataba de un “paso muy importante” que saludan positivamente.
“Con este primer paso del nombramiento de una autoridad electoral, con una conformación plural, un primer paso hacia la restitución del derecho a elegir del pueblo de Venezuela”, indicó Mariela Ramírez, de la organización Dale Letra.
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Ramírez aseguró que la “lucha por recuperar el voto como nuestra mejor y más legítima herramienta para transformar nuestra sociedad” se enmarca en la “lucha por los derechos fundamentales”.
Wanda Cedeño, de Voto Joven, fue la encargada de leer el comunicado del Foro Cívico. De acuerdo al texto, la designación es ejemplo de “voluntad política” y el esfuerzo “es una muestra de lo que puede lograrse sumando voluntades”.
“Se trata de un primer paso hacia la difícil reconquista de la institucionalidad democrática en Venezuela, un proceso que consideramos debe ser concebido como una travesía por etapas”, leyó Cedeño.
Le pidieron a los nuevos rectores del CNE asumir “un compromiso cabal con la democracia” y trabajar para todos los venezolanos.
Rechazo de la OEA
El mismo día de los nombramientos, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), fustigó duramente estas designaciones por considerarlas “contrarias al Estado de Derecho democrático y la independencia de los Poderes políticos del Estado”.
La entidad regional recordó en un comunicado que ya había rechazado los resultados de las elecciones de diciembre de 2020. La OEA explicó en su mensaje que aquellos comicios carecían de los marcos legales requeridos.
La organización regional también se refirió a quienes desde el exterior han actuado como garantes del proceso liderado por Maduro, “que han inducido negociaciones para intentar validar un acuerdo entre colaboracionistas y la dictadura” y dijo que lo anterior ayuda a ahondar “la crisis política, social y económica en el país”.
Lectura desde Washington
Justo luego de la votación del Parlamento, el centro de pensamiento estadounidense Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, WOLA por sus siglas en inglés, publicó un pronunciamiento en el que califica la designación del nuevo CNE como “un importante paso adelante” en el rescate democrático de Venezuela.
“Si bien esto no es suficiente en sí mismo para restaurar la democracia en el país, la composición de la nueva autoridad electoral representa un importante paso adelante”, opinó la nota divulgada por la organización.
A juicio de WOLA, la Casa Blanca “debería reconocer la importancia del nuevo CNE, así como otras concesiones recientes del régimen de Maduro, y ofrecer incentivos en comunicación con actores políticos tanto del gobierno como de la oposición para avanzar hacia elecciones libres y justas en el país”.