El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, formalizó la destitución de su embajador en España, según el diario Oficial, La Gaceta.
La confirmación de la decisión se dio, luego que el pasado 10 de marzo, el Gobierno de Nicaragua, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, comunicó a la Cancillería del Reino de España sobre el retiro de sus funciones del embajador nicaragüense.
De esta forma, el escritor Carlos Antonio Midence termina sus funciones como embajador de Nicaragua en España.
En febrero, el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe de España, Juan Fernández Trigo, dijo el miércoles en Buenos Aires que «probablemente en los próximos días» haya «alguna novedad» respecto a la relación con Nicaragua, luego de que en agosto pasado el Gobierno español llamara a consultas a su embajadora en Managua como respuesta a las «graves e infundadas acusaciones» del país centroamericano contra España.
«Probablemente en los próximos días haya alguna novedad al respecto. No es que estemos especialmente convencidos de que vaya a haber un cambio, pero también entendemos que el efecto que pretendíamos por la retirada de la embajadora a consultas se ha cumplido», señaló Fernández Trigo en Argentina.
Ahora, el Gobierno de Nicaragua reclamó al de España por las «insolentes declaraciones» del canciller español, José Manuel Albares, sobre el país centroamericano, aunque no especificó cuáles.
Ante las insolentes, anacrónicas, desfasadas declaraciones del canciller de España, José Manuel Albares, sobre Nicaragua y las funciones diplomáticas en este país libre y soberano, reiteramos: Nicaragua no es colonia de nadie», señaló el Ministerio nicaragüense de Relaciones Exteriores, en una declaración.
Midence fue convocado la semana pasada por el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, para expresarle su malestar por la negativa del Gobierno de Ortega a permitir el regreso de la embajadora española a Nicaragua.
El 11 de agosto del año pasado, el Gobierno de Pedro Sánchez llamó a consultas a la embajadora María del Mar Fernández-Palacios en respuesta a un comunicado publicado el día anterior por la Cancillería nicaragüense que contenía, según el Ministerio de Asuntos Exteriores español, «gruesas falsedades sobre procesos judiciales y electorales» españoles.
El viernes pasado, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijo que la decisión de Nicaragua de retirar a su embajador en Madrid no es más que «un capítulo más de la huida hacia adelante de Ortega».
Albares recordó que el mandatario nicaragüense «tiene una sanción moral y política de la comunidad internacional», que considera que las elecciones por las que renovó por quinta vez su mandato en noviembre fueron «una burla» y le reportaron «sanciones reales».
El pasado 19 de enero, el secretario de Estado de EE. UU. Antony Blinken, recibió este martes en Washington al ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, con quien abordó, entre otras cuestiones, la situación en Venezuela y Nicaragua, según fuentes del Gobierno español.
El canciller Albares dijo, además, que Blinken y él abordaron “la triste situación en Nicaragua”, sobre la que afirmó que “es necesaria la liberación de los presos políticos en estos momentos”.
En ese sentido, el Gobierno de Nicaragua dijo que «no somos súbditos de la Corona española. No aceptamos, por lo tanto, injerencia alguna de ese o de ningún país, en nuestros asuntos internos».
En la nota, Nicaragua recomendó al canciller español «centrarse en los temas de su competencia, y cesar ya en su intento de interferir en las decisiones y acciones de un Estado soberano como el nuestro, porque desde ningún punto de vista tiene autoridad alguna sobre nuestra patria bendita y siempre libre».