Los órganos de represión, integrados por agentes de la policía enviados desde Managua, y grupos locales de paramilitares incrementaron sus operaciones en la región de Las Segovias, donde están sembrando el terror en las poblaciones del norte del país.
En los últimos días han estado ejecutando continuos allanamientos en viviendas, sin una orden judicial, y detenciones arbitrarias o secuestros de ciudadanos considerados opositores al gobierno.
Los operativos los llevan a cabo agentes de inteligencia de la policía llegados desde Managua, apoyados por grupos paramilitares y las estructuras de inteligencia del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), los que mantienen a sus informantes en cada barrio y comunidad de los 27 municipios de los departamentos de Estelí, Madriz y Nueva Segovia.
Operativos en todo el norte
El caso más reciente fue la detención del campesino Ronny González, ex directivo de la Alianza Liberal Nicaragüense.
González, originario de la comunidad de Musulí del municipio de Palacagüina, en el departamento de Madriz, está en prisión sin causa judicial.
Según sus familiares, los policías y civiles armados lo sacaron a la fuerza de su casa. “Se mantiene desaparecido, porque aquí (en Palacagüina) no dan información de su paradero”, dijo un campesino de la zona que pidió no ser identificado en los medios de comunicación.
También en los municipios de San José de Cusmapa, San Lucas y Somoto se realizaron operativos que ya dejan este año a unas tres personas más secuestradas.
Mientras que, en los municipios de Jalapa, Ciudad Antigua, Mozonte y la ciudad de Ocotal, en el departamento de Nueva Segovia, se conoce de otras cuatro personas detenidas arbitrariamente en lo que va del 2024.
Represión en Estelí
En Estelí se registran varios allanamientos a propiedades y cateos de negocios que culminan en la captura de algunos ciudadanos, incluyendo el acoso contra la iglesia católica.
Se registra la captura del sacerdote Frutos Constantino Valle Salmerón, de 80 años, quien cumplía la misión pastoral de administrar la Diócesis de Estelí, después del encarcelamiento de monseñor Rolando Álvarez, quien está desterrado en Roma.
El padre Frutos Valle estuvo a cargo del segundo templo católico de la ciudad de Somoto, en Madriz, conocido como San Juan Diego, donde ofició misa antes de los sucesos de abril del 2018, y fue señalado de haberle cerrado en su momento las puertas de esa parroquia a los manifestantes que buscaban protección contra la represión del gobierno.
Al sacerdote se le señalaba de su buena relación con el partido sandinista. Su secuestro, sin embargo, ocurrió el 27 de julio, cuando ese mismo día (viernes) pretendía ordenar como sacerdotes a tres diáconos de Estelí.
Actualmente los templos e iglesias son vigilados en medio de una creciente vigilancia a los templos católicos.