La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) demandó la «inmediata liberación» de monseñor Rolando José Álvarez y expresó seguir con «tristeza y preocupación la situación en Nicaragua, y la persecución» contra la Iglesia.
En una comunicación firmada por cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la COMECE, expresan los obispos de la Unión Europea expresan su solidaridad con la Iglesia católica en Nicaragua.
«Seguimos con tristeza y preocupación la situación en Nicaragua, y la persecución a
la que está siendo sometida nuestra Iglesia y algunos de sus miembros en dicho país en
los últimos tiempos, en particular, nuestro hermano en el episcopado Monseñor Rolando
Álvarez», manifiestan en la misiva.
La comunicación fue enviada a monseñor Carlos Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
En ella también señalan sentirse preocupados por la situación que viven los sacerdotes Ramiro Tijerino, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, el diácono Raúl Vega González, los seminaristas Darvin Leiva Mendoza y Melkin Centeno, y el camarógrafo Sergio Cárdenas, «víctimas todos ellos de acusaciones falsas».
Monseñor Rolando Álvarez espera juicio en Nicaragua
A la fecha, monseñor Rolando Álvarez, detenido desde el 19 de agosto de 2022, está a la espera de un juicio, acusado por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y de propagación de noticias falsas.
Se espera que el juicio, a cargo de la judicial Nadia Tardencilla, se realice el próximo 15 de febrero.
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«Nos unimos a la voz que clama por la injusticia a la que están siendo sometidos nuestros hermanos en Nicaragua y exigimos su inmediata liberación. No dude de que como COMECE haremos todo lo que está en nuestra mano ante las Instituciones Europeas para su liberación y para que se promueva la libertad, el estado de derecho, la justicia y la democracia en su amado país», señala la carta.
El cardenal Jean-Claude Hollerich destacó que en medio de «tan adversas circunstancias, resultan admirables y no pasan desapercibidos los testimonios de compromiso con nuestra fe en el Evangelio y el bien común social de nuestra amada Iglesia en Nicaragua».
«Su fidelidad al mensaje de nuestro Señor Jesucristo y su entrega por el bien del prójimo es un vivo ejemplo y modelo a seguir en tantas otras situaciones», finaliza.