Lester Arcia
Los más de 450 nicaragüenses que están varados en la frontera de Peñas Blancas continúan en condiciones inhumanas, sin saber en qué momento podrán ingresar al país y temen contagiarse de coronavirus y otras enfermedades.
“Estamos aquí varados sin saber qué es lo que vamos a hacer. Es una inseguridad e incertidumbre horrible. Con mi grupo tenemos cuatro días aquí, mojándonos y sin comer», dijo uno de los repatriados a IP Nicaragua, quien prefirió omitir su nombre.
Agregó que si el problema era el coronavirus, en la frontera van a agarrar otras enfermedades, porque no hay salubridad.
En la línea fronteriza, donde solo les impide estar en su país un cordón policial de antimotines, solo existe un servicio sanitario en el que pueden realizar sus necesidades básicas.
“Hay un solo inodoro para 450 personas. Ojalá que nos ayuden pronto; esta es una situación bastante precaria e inhumana completamente. Estamos en la calle, bajo sol y lluvia; ya llevamos dos días que nos ha caído un aguacero, gracias a Dios y a algunos camioneros nos han pasado plástico para cubrirnos”, expresó el joven.
Violan derecho constitucional
Según el Artículo 31 de la Constitución Política de Nicaragua, todo ciudadano “tienen derecho a circular y fijar su residencia en cualquier parte del territorio nacional; por ende, a entrar y salir libremente del país.
La coordinadora de Comunicación del gobierno, Rosario Murillo, dijo en su discurso del viernes en medios oficialistas, que es “importantísimo que todos nuestros hermanos que quieran regresar a sus hogares, a su familia, que tienen derecho a regresar a su patria, cumplan, porque debemos protegernos con las medidas del Ministerio de Salud, medidas de protección para todas las familias nicaragüenses”.
Sin embargo, una joven de 28 años dijo que su demanda y la todos los nicaragüenses que están en el lugar, son “que nos dejen ingresar, es nuestro país, es nuestro derecho. Nosotros no hemos cometido ningún delito como para que no nos dejen entrar. Si el problema es que necesitamos la prueba del covid-19, que no lo sabíamos, pues que nos la cobren y aquí la pagamos, vemos la manera de cómo hacerlo”, expresó.
Otro ciudadano varado en Peñas Blancas dijo que en el lugar no se cuenta con acceso “a agua y comida, a veces compramos si acaso una vez al día, grupos de derechos humanos y policías de Costa Rica nos han pasado agua, nuestra esperanza es pasar el lunes”.
Según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) el gobierno con este accionar está promoviendo una “cultura de contagio” entre el grupo de conciudadanos que llevan seis días a la intemperie, aguantando sol y lluvia, hambre y sed.