La nicaragüense Eveling Morales, de 30 años, sabe lo bien que se le da la cocina. Por eso instaló su propio negocio de comida fuera de su casa en San José, Costa Rica, donde vive exiliada desde hace cinco años.
En poco tiempo la demanda por su cocina aumentó, así que rentó un local céntrico y le puso nombre a su negocio: Eve’s gourmet.
“Siempre quise tener un restaurante, un lugar grande donde venga gente. Aquí en Costa Rica hay bastante migrante. Nos apoyamos entre nosotros”, dijo Morales, quien estudió gastronomía en Nicaragua.
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Durante una reciente entrevista con la Voz de América, Morales dijo que el exilio ha sido una oportunidad para emprender y cumplir su sueño de tener un negocio de comida.
El camino no fue fácil, dice. Recién graduada de gastronomía en 2018, tuvo que salir del país por la crisis política en Nicaragua y asentarse en Costa Rica, donde finalmente pudo comenzar una nueva vida personal y profesional.
Una historia similar contó a la VOA el nicaragüense Roberto Martínez, un periodista de 29 años que también se instaló en 2018 en Costa Rica. Una vez ahí, comenzó a trabajar en restaurantes.
Poco a poco -comentó- empezó a ahorrar con una idea en la mente: comprar los insumos que necesitaba para poner en marcha una cafetería en Alajuela, al norte de la capital costarricense, donde de acuerdo con su percepción, es una zona de mucho movimiento local y actividad turística.
Ambos emprendedores son parte de los más de 200.000 nicaragüenses exiliados procedentes de Nicaragua que representan una importante fuerza laboral en varios sectores, entre ellos el agrícola, la construcción y el comercio, aseguran economistas y expertos.
Impacto de los migrantes en la economía costarricense
El sociólogo y catedrático de la Universidad de Costa Rica, Carlos Sandoval, asegura que la contribución del trabajo de los migrantes en Costa Rica es vital para la economía. Según Sandoval, antes de la pandemia ya se estimaba que la contribución de los nicaragüenses equivalía aproximadamente al 11 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica.
Un informe de este año del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam) indica que la mano de obra nicaragüense representa un 16 % del mercado laboral en Costa Rica, focalizada principalmente en la agricultura, construcción, comercio y trabajo doméstico.
De acuerdo con la socióloga Elvira Cuadras, directora del Cetcam, cerca de un 10 % de la población de Costa Rica es inmigrante, en su mayoría nicaragüenses.
«Los nicaragüenses usualmente desempeñan una serie de trabajos o de empleos que los costarricenses ya no realizan, y una característica del grupo que está llegando de 2018 para acá es que, a diferencia de los anteriores, que tenía niveles académicos un poco más bajos, este es un grupo que tiene estudios superiores y técnicos también», explicó la socióloga.
Además del aporte a la fuerza de trabajo calificada, también contribuyen con impuestos, «cotizaciones en la caja del seguro social y otras establecidas como obligación ciudadana para Costa Rica», indicó Cuadras.
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Según un estudio del 2022 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los inmigrantes son una parte integral de la economía de Costa Rica y ocupan el 12,4 % de los empleos del país. Su aporte al crecimiento económico aumentó de 8,74 % en 2009 a 9,27 % en 2019, según la CEPAL.
La Cámara de Comercio de Costa Rica no respondió a una solicitud de comentarios de la Voz de América para este reporte.
Sandoval considera que en términos económicos hay una «enorme interdependencia» entre los migrantes y la sociedad costarricense que quizá no se ha logrado dar a conocer lo suficiente. Sectores vitales en Costa Rica como la agricultura de exportación o la construcción están en manos de personas en su mayoría nicaragüenses, dijo.
Sandoval dijo que el trabajo de los emigrantes también incide en el envío de remesas a Nicaragua, «un ingreso vital para miles de familias».
Las remesas en Nicaragua aumentaron un 57 % entre enero a julio de este año, con relación al mismo periodo de 2022, según datos del Banco Central. Las remesas provenientes de Costa Rica representaron 185 millones de dólares, el 20 %.
Con información de la Voz de América