En el marco de la celebración de Navidad, Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, abogó este miércoles por una “Navidad sin presos políticos en Nicaragua” y cuestionó que el régimen de Daniel Ortega continúe capturando a opositores pese a que el proceso electoral fraudulento del pasado 7 noviembre fue consumado.
«Aunque las elecciones fraudulentas han terminado, Ortega-Murillo continúa arrestando a figuras de la oposición por cargos inventados y tratando de silenciar las voces críticas. Sumamos convocatorias en Nicaragua por una #NavidadSinPresosPoliticos», escribió en su Twitter, Brian A. Nichols, Subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental, Departamento de Estado de Estados Unidos.
Desde el 28 de mayo de este año, Ortega emprendió una nueva ola de detenciones contra opositores y potenciales candidatos presidenciales para las elecciones de noviembre pasado, hasta la fecha. Desde entonces no ha parado las detenciones que suman hoy un total de 45 detenidos, que se sumaron a otros 130 presos políticos que mantiene retenidos desde el 2018.
Previo, durante y después del 7 de noviembre, el régimen también detuvo a más de 12 personas, entre ellos, Edgard Parrales Castillo, exdiplomático nicaragüense que fue capturado luego de haber brindado declaraciones sobre las sanciones de Estados Unidos y varios países, así como su análisis sobre lo que estaba ocurriendo en la Organización de Estados Americanos (OEA), lo que le costó su libertad.
Desde el 2018, cuando comenzaron las protestas civiles, el régimen de Daniel Ortega no ha parado de reprimir, asediar, perseguir y encarcelar a los opositores y críticos. Ortega ordenó una represión armada para terminar con las protestas civiles, que provocó la muerte de al menos 355 personas, según un reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Al respecto, la OEA aprobó este miércoles con 25 votos a favor, uno en contra (Nicaragua) y ocho abstenciones, una nueva resolución sobre Nicaragua en al que demandan la liberación inmediata de todos los presos políticos e instan en la necesidad de un diálogo genuino.
Asimismo, instan a que “se deben revocar todas las leyes que restrinjan la participación política y limiten los derechos humanos de una manera contraria a las obligaciones internacionales de Nicaragua en materia de derechos humanos”.
