Monseñor Leonardo Urbina, segundo sacerdote condenado en Nicaragua

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Redacción / IP Nicaragua

Monseñor Leonardo Urbina, párroco de la Iglesia del Perpetuo Socorro de Boaco fue declarado culpable, tras ser acusado de abuso sexual, según informó el abogado Yader Morazán, experto en administración de justicia y exfuncionario del Poder Judicial.

La declaratoria de culpabilidad fue dictada por el juez Edén Aguilar, titular del Juzgado Tercero de Distrito Especializado en Violencia y fue dado a conocer el 25 de agosto.

«El día de ayer el juez Edén Aguilar condenó por delito sexual a monseñor Leonardo Urbina, en un juicio a puertas cerradas en el que se le sustrajo del juez que le correspondía, se le impuso una defensa del Estado, y negaron todo contacto o presencia familiar», informó el exfuncionario del Poder Judicial, en su cuenta de Twitter.

“Los familiares del párroco fueron atendidos por la mismísima Clarisa Ibarra, directora general de las defensorías públicas a nivel nacional, quien atiende directamente el caso. Los familiares pidieron clemencia para poder tener algún tipo de contacto, aunque sea en las audiencias”, añadió el abogado en un segundo tuit.

Monseñor Leonardo Urbina, segundo condenado

El padre Urbina fue detenido el pasado 13 de julio, se le acusa de los supuestos delitos de abuso sexual en concurso real de violación a una menor de 14 años, y lesiones psicológicas leves en perjuicio de la víctima de iniciales M.J.V.S., de 12 años.

Monseñor Leonardo Urbina
Durante el juicio a monseñor Leonardo Urbina no se le permitió nombrar un abogado de su elección.

El martes 23 de agosto, la abogada y defensora de presos políticos Yonarqui Martínez, denunció también a través de sus redes que el sistema judicial, le prohibió al padre Urbina el derecho a un defensor privado que sus familiares solicitaron de manera formal.

El padre Urbina es el segundo caso de un sacerdote de la Iglesia católica al que el régimen declaró culpable y en proceso de ser condenado por delitos comunes, en un contexto de hostigamiento, amenazas y persecución a los líderes y sacerdotes de la Iglesia católica.

En julio pasado se concretó el primer caso de un sacerdote condenado sin seguir el debido proceso. Fue el caso del padre Manuel Salvador Martínez, condenado a casi 5 años de cárcel, por supuestamente haber amenazado a un grupo de civiles, y lesiones psicológicas y físicas a una mujer.