Las letanías al Cristo calcinado

Desde el momento mismo en que supe la barbarie cometida contra la venerada imagen de LA SANGRE DE CRISTO, mi primer impulso fue enviar una carta solidaria al Cardenal Brenes extensiva a todo el Clero de Nicaragua y a todos los auténticos cristianos de NICARAGUA.

Pero cuando empecé a redactar dicha EPISTOLA, percibí que valía la pena encausar todo ese torrente de estupor, cólera e impotencia en un poema que gradualmente se fue convirtiendo en lo que en música sacra de denomina con la palabra ORATORIO. Es decir, un RECITATIVO que se hermana con la música orquestal y coral.

Así quedó la imagen de la Sangre de Cristo. Foto: Redes Sociales.

En este concepto surge lo que se llama CANON, o sea una frase poética y musical que tiene una intención envolvente y va creciendo gradualmente hacia un CLIMAX. Recogiendo la tradición de LA LETANIA RELIGIOSA en el contrapunto voy integrando la frase: NO LOS PERDONES SEÑOR…

PORQUE ELLOS SÍ SABEN LO QUE HACEN

Así nace esta pequeña obra que ahorita es un poema; pero este fin de semana ya va adquirir el concepto de ORATORIO con la música polifónica que se está grabando en COSTA RICA.

He tenido la iniciativa de invitar a un grupo de músicos exiliados en ese país que tuvieron una activa y heroica participación en los sucesos de ABRIL. Este ensamble está dirigido por el talentoso músico

JUAN ROSALES y cuenta con las voces prestigiosas de ALMA RODRIGUEZ, el barítono MAESTRO MARIO ROCHA y otros destacados artistas. Posteriormente saldrá el VIDEO con imágenes de los participantes y todo el material documental de ese impactante suceso que ha estremecido el espíritu de los cristianos de NICARAGUA Y EL MUNDO.

LETANÍAS AL CRISTO CALCINADO

Vos, SEÑOR,

hacedor del universo

escultor de la luz

orfebre de la Verdad

herrero de la Justicia.

Vos, SEÑOR, que escribís

la biografía de cada hormiga

y la genética de cada estrella.

Vos, SEÑOR,

que conocés nuestros sueños

mejor que los siquiatras

y sabés diferenciar la música

que se anida en el corazón del justo

del espasmo corrosivo

en la mente de los tiranos.

NO LOS PERDONES, SEÑOR,

NO LOS PERDONES,

PORQUE SÍ SABEN LO QUE HACEN.

Mira, SEÑOR,

cómo fluyen sin diques

la estupidez y el cinismo

y cómo la serpiente frenética

se enrosca

para asestar la dentellada

contra los pastores

del pueblo desarmado.

Están perdidos, SEÑOR,

enajenados

hundidos en el rincón oscuro

de la historia

en el ángulo viscoso de la histeria.

Y es irreversible, Señor,

una vez que toquen fondo

no habrá fuerza humana

capaz de rescatarlos.

NO LOS PERDONES, SEÑOR,

NO LOS PERDONES,

PORQUE SÍ SABEN LO QUE HACEN.

SEÑOR,

así como descifrás

el lenguaje de los pájaros

podés descifrar la infamia

en el tintineo de sus monedas

y en el chischil de sus pulseras.

Porque VOS, SEÑOR,

como nadie,

podés adivinar la hoja de ruta

de los perversos

y leer la bitácora

de los que navegan

-delirantes-

en las turbulentas olas

del odio y el rencor.

Ahí están retratados

esos campeones

del triste oficio

de engañar al hombre puro.

Pero a vos, SEÑOR,

nunca te darán atol con el dedo,

mucho menos, gato por liebre.

NO LOS PERDONES, SEÑOR,

NO LOS PERDONES,

PORQUE SÍ SABEN LO QUE HACEN.

El pueblo sabe advertir.

¡OJO AL CRISTO!,

porque TU SANGRE, SEÑOR,

los perseguirá sin tregua

y tu látigo justiciero los alcanzará

hasta en los más intrincados escondrijos

donde se ocultan para herir y matar.

¿No será, SEÑOR, que se olvidaron

que vos dirigís el vuelo perfecto de las gaviotas

y podés caminar por las estrías

de las huellas de los hombres?

NO LOS PERDONES, SEÑOR,

NO LOS PERDONES,

PORQUE SÍ SABEN LO QUE HACEN.

Poseídos por la inquina

podrán demoler todos los templos

podrán ametrallar los sagrarios

podrán pisotear las custodias

podrán reducir a cenizas los altares

pero la FE DEL PUEBLO

no se borra

ni con el filo de las bayonetas

ni con la retórica vacía y monocorde.

Y ya llegará el día,

más temprano que tarde,

en que de ese CRISTO CALCINADO

emanará la luz

que los cegará de una vez y para siempre.

NO LOS PERDONES, SEÑOR,

NO LOS PERDONES,

PORQUE SÍ SABEN LO QUE HACEN.

Carlos Mejía Godoy

10 de agosto 2020.

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