Un total de 529 agresiones ha sufrido la Iglesia católica de Nicaragua desde abril de 2018 a marzo de 2023, según informe Nicaragua: ¿Una iglesia perseguida?, de la abogada e investigadora Martha Patricia Molina, en su tercera edición.
Según el informe, en 2018 se documentaron 84 hostilidades, mientras que en 2019 se perpetraron 80. En los años 2020 y 2021, se ejecutaron 59 y 55 respectivamente, siendo ambos años cuando menos hostilidades se cometieron.
Sin embargo, el año 2022 tuvo un ascenso notable y fue catalogado por la autora como el año más nefasto para la Iglesia Católica con 161 agresiones realizadas.
En el primer trimestre de 2023 han acontecido 90 daños y «si la dinámica de la administración pública continúa manteniendo estos valores constantes podría asegurarse que este año será igual o peor que el anterior», advierte la investigadora.
Desde el estallido de la crisis sociopolítca en el país, los líderes religiosos han mantenido una postura crítica ante los abusos y violaciones de derechos humanos del régimen contra los nicaragüenses, convirtiéndose en blanco de agresiones.
Las agresiones del régimen contra la Iglesia católica han venido evolucionando, pasando de pintas, profanaciones y robos a templos hasta acusaciones y condenas contra sacerdotes, revela el informe.
Molina afirma que las hostilidades contra los líderes católicos y los feligreses no van a detenerse mientras Ortega y Rosario sigan en el poder.
Tipología de las agresiones contra la Iglesia católica
De acuerdo con el tercer informe, de 2018 a marzo de este año, se han documentado 110 agresiones a templos; 32 cierres arbitrarios a organizaciones sin fines de lucro, universidades, medios de comunicación y proyectos de la iglesia; 193 represiones a religiosos, 62 pintas y mensajes de odio, 5 hostilidades, 79 represiones a actividades de laicos y 48 prohibiciones de procesiones y actividades campales.
Se han documentado 193 agresiones a la Arquidiócesis de Managua, 24 a la Diócesis de León, 132 a la Diócesis de Matagalpa, 13 a la Diócesis de Jinotega, 29 a la de Granada, 3 a la de Siuna, una a la de Bluefields, seis a la diócesis de Juigalpa y 47 a la diócesis de Estelí.
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El informe incluye en las agresiones, los cierres arbitrarios de las Organizaciones Sin Fines de Lucro (OSFL), universidades, medios de comunicación religiosos y proyectos sociales de la Iglesia católica, que suman una cantidad de 32 agresiones.
Esas situaciones se resumen de la siguiente manera: 13 medios de comunicación clausurados, 10 ONG eliminadas u obligadas al cierre por los impedimentos legales y técnicos ocasionados por las autoridades del Ministerio de Gobernación de Nicaragua, 1 Instituto y 6 proyectos sociales también fueron cerrados.
En ese mismo periodo, 16 religiosos se fueron al exilio, se registraron 3 expulsiones, 8 destierros, 10 prohibiciones de entrada y 1 negación de salida.
Actualmente tres líderes religiosos, entre ellos el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez forman parte de un grupo de más de 40 presos políticos que existen en el país.
