La llegada del coronavirus (covid-19) a Nicaragua ha empeorado la situación de los taxistas del país, según trabajadores del volante consultados en Managua y el presidente de la Federación Nicaragüense de Cooperativas de Taxi (Fenicootaxi), Vidal Almendárez.
“Ahorita, con esto del coronavirus, esta más baja la demanda, y eso se suma a que veníamos arrastrando problemas desde el 2018, con la crisis (sociopolítica) y después por lo de la inseguridad”, lamentó el taxista José Daniel Flores.
Desde la confirmación del primer caso de covid-19 en Nicaragua, una buena parte de la población decidió quedarse en casa para prevenir la enfermedad, por lo que los taxistas aseveraron que “hay menos usuarios en las calles”.
“Los conductores que andan trabajando están teniendo problemas hasta para llevar el sustento a sus hogares, por lo que no logran completar el alquiler y ni llevar para sus casas y, si lo hacen, es el mínimo”, expresó Almendárez.
MÁS PROBLEMAS
Los hechos violentos más recientes en que se vieron involucrados conductores de taxi, tanto de Managua, como de otros departamentos de Nicaragua, han sido como una estocada más para el sector.
El 25 de enero de 2020, el taxista José Martín Ocampo Aburto, de 36 años, robó y asesinó a una adolescente de 17 años en la comunidad El Pellizco, siete kilómetros al norte de Chichigalpa, en el departamento de Chinandega, de acuerdo con la acusación presentada por Ministerio Público.
El hecho conmocionó a toda la sociedad nicaragüense. La Fiscalía también reveló que Ocampo, quien conducía el taxi rojo, marca Kía, con la placa CH1184, tenía antecedentes delictivos por tráfico de droga e incumplimiento de pensión alimenticia.
Por otro lado, la Policía Nacional, presentó al también taxista Brandon Jara Palacios, de 26 años, como el presunto violador de una adolescente de 15 años, cerca de la entrada a Ciudad Belén, en Managua. El hecho se dio a principios de febrero de este año.
A la fecha, según los propios conductores de taxis y representantes del gremio, persiste el ambiente de inseguridad, lo que los sigue afectando “drásticamente”.
FALTA DE CONTROL
Vidal Almendárez, presidente de la Federación Nicaragüense de Cooperativas de Taxi (Fenicootaxi), reconoció que existe una desconfianza de parte de los usuarios del servicio de taxis por esos hechos violentos que ocurrieron, y criticó a las autoridades del país por no crear un efectivo mecanismo de control.
“Lo que hay es una debilidad en el mecanismo de las autoridades, que permite fácilmente que cualquier delincuente se infiltre en el sistema, porque no hay un mecanismo de control”, subrayó Almendárez.
Aseguró que entre los hechos que han ocurrido en los últimos meses y en el pasado, ninguno de sus concesionarios ni conductores se han visto involucrado.
De acuerdo con el representante gremial, la federación tiene un registro de control de concesionarios y conductores, y agregó que capacitan a sus miembros sobre la calidad del servicio y atención al usuario.
Sin embargo, en esta federación sólo están agremiados 900 taxistas de Managua, de alrededor de 14,000 que circulan en la capital. Además, según Fenicootaxi, unos 2,000 trabajan de forma ilegal.
En total, Fenicootaxi tiene sólo 2,200 afiliados a nivel nacional.
De acuerdo con Almendárez, los entes reguladores, como la Policía Nacional, el Instituto Regulador de Transporte del Municipio de Managua (Irtramma), las alcaldías de los departamentos y el Ministerio de la Economía, Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (Mefcca), deberían tener un registro único de concesionarios y trabajar en mejorar el servicio, para evitar la inseguridad.
“A través del control podes enfrentar un evento delincuencial, no te va a dar un 100% de seguridad, pero lo va a reducir drásticamente. Realmente los hechos lamentables sobre el tema de la inseguridad recaen sobre los hombros de las autoridades reguladoras que no hacen su papel como lo establece la ley”, expresó.
“Tampoco hay regulación en la cantidad de taxis ilegales que hay, que también te dan inseguridad. Aquí hay una especie de cacería de parte del Irtramma hacia los regulados, hacia los autorizados, pero a los ilegales les da mucha permisibilidad”, añadió.
Mario Delgado Urbina, quien tiene más de 30 años de ganarse la vida como taxista, considera que él ha sido uno de los afectados por estos hechos.
“Nos ha afectado porque la gente desconfía de todos, y no todos somos culpables de lo que hacen otros, porque yo por lo menos trato de ser lo más amable y formal con el pasajero. Pero por otros antisociales la pagamos todos”, expresó.
“Para eso está Irtramma y la Policía, pero lo que pasa es que ellos nos regulan a nosotros, que estamos legales y los ilegales andan tranquilos”, dijo, con gesto de enojo, Delgado.
Mientras tanto, una ciudadana que se encontraba en una parada del transporte urbano colectivo, mientras hacíamos las entrevistas para este reportaje, expresó que prefiere viajar en ruta que en taxis por la inseguridad.
“Ahora no sabemos quién es quien. Además que te roban, también están matando a las mujeres. Por eso prefiero andar en ruta, aunque me toque salir más temprano de mi casa o andar apretada y sudada”, argumentó.
APP TAMBIÉN LOS AFECTAN
José Daniel Flores, quien tiene más de siete años como cadete, también reconoció que la inseguridad ha golpeado fuertemente al gremio de taxistas, y lamentó que el servicio de transporte por medio de aplicaciones de celular, conocidas como APP, también ha hecho tambalear al servicio tradicional de taxi.
“Nos ha afectado, uno la desconfianza de la gente hacia los taxistas, y lo otro es que la gente está usando esas aplicaciones por más seguridad. Aunque gracias a Dios ahí me salen mis clientes. Dios no desampara, pero sí, la demanda ha bajado por esas aplicaciones”, expresó Flores.
El presidente de Fenicootaxi, Almendárez, aseveró que la disminución en la demanda del servicio de taxi hoy supera el 50%. “En la situación actual, de acuerdo con la información que hemos tenido de los compañeros que andan laborando es que la reducción supera el 50%”.
Recordó que debido solo a la crisis sociopolítica y económica del país, la demanda de servicio de taxi ya había disminuido en un 30%.
Almendárez dijo que existe un mal manejo de información con respecto a que las APP brindan un mayor nivel de seguridad. Argumentó que algunas no están en el país, por lo tanto no pueden brindar seguridad, ya que cualquiera puede afiliarse y no hay quien verifique la información.
Según el líder gremial, en Nicaragua también están operando dos App nacionales, creadas por personas con iniciativa propia, que decidieron brindar ese servicio, pero que a su parecer trabajan “con taxis legales”.
“Ellos tienen oficinas aquí en Nicaragua. Antes de ingresar al taxista, seleccionan el mejor vehículo, conocen a la persona, entonces, eso va a permitir que a la hora de que exista un evento, ellos puedan identificar a la persona”, explicó.
Pero Almendárez, insistió en que no existe ningún inconveniente con el servicio de taxis por medio de aplicaciones, siempre y cuando se haga con taxis legales y no pongan en riesgo la vida de los usuarios.
“Insisto, si trabajamos todos los transportistas, las autoridades policiales, las alcaldías, el Mefcca, te aseguro que podemos mejorar el servicio. Aunque nosotros capacitemos a nuestros miembros, que son nada más un grupo determinado no logramos impactar, no logramos que se visibilice el esfuerzo. Solo las autoridades reguladoras pueden obligar a que haya un determinado mecanismo de control”, recalcó Almendárez.
Algunos requisitos que exigen a los cadetes las cooperativas de Fenicootaxi, para trabajar con ellos, son la cédula de identidad, récord de policía, licencia de conducir y al menos dos cartas de recomendación de compañeros que hayan trabajado en las mismas cooperativas.
CAMPAÑA PARA PREVENIR CONTAGIO DE COVID-19
Para promover medidas de higiene y prevenir el contagio de covid-19, Fenicootaxi está repartiendo entre los taxistas y población en general unos 6,000 libros que contienen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los pequeños libros se están entregando en las tiendas de repuestos y de conveniencia ubicadas en Managua.
La federación espera que las personas acaten esas medidas.
“Es lo más que podemos hacer, ya que hasta el momento no hay cura, no existe una vacuna. Entonces, hay que seguir las recomendaciones y lo que hicimos fue facilitarle a la población la información en este documento”, manifestó el presidente de Fenicootaxi.
Hasta el momento, según el Ministerio de Salud, en Nicaragua solo se han confirmado seis casos de covid-19, de los cuales uno falleció.
Fenicootaxi también mantiene una campaña de prevención del covid-19 a través del programa radial La Voz del Taxista.
Mientras tanto, algunos taxistas están acatando las medidas brindadas por la federación, portando alcohol en gel y sus respectiva mascarilla.
“Todo mundo desconfía de todo mundo ahorita. Yo soy uno. No se si el pasajero anda enfermo. Entonces tomo mis medidas conforme podemos”, dijo el taxista Delgado.