El conjunto capitalino se impuso con pizarra de 4-2 en el primer duelo de la semifinal, luego de haber estado perdiendo 2-0 durante 7 episodios.
Harold Briceño Tórrez
De pronto, tan rápido como un parpadeo, los Indios del Bóer cambiaron un adverso marcador de 2-0 por uno favorable de 4-2 en el octavo episodio, despojando a los Tigres de Chinandega de una victoria que tras siete innings, parecía más que posible para ellos.
De inicio, el desafío fue un elegante duelo de picheo. Nada que ver con la guerra de batazos que una noche antes protagonizaron Estelí y los Dantos. Jesús Garrido por Chinandega y Juan Bermúdez por el Bóer llegaron al duelo con sus lanzamientos obedientes, y en poco tiempo ya habían pintado con cero las dos primeras entradas.
Sin embargo, en la apertura del tercer episodio, cuando ya había dos out en la pizarra y Juan Bermúdez parecía estar a las puertas de un tercer inning en blanco, apareció Emmanuel Meza y con tremendo swing mandó la pelota al otro lado de la barda del jardín derecho, remolcando con su jonrón las dos primeras anotaciones de Chinandega.
GARRIDO FUE UN DOMADOR
Con el marcador a su favor, Garrido no hizo más que seguir dominando a los Indios con una facilidad escalofriante. Su dominio frente al bateo capitalino llegó a ser tal que después de haber recibido imparable de Bismarck Rivera, el primer bateador al que enfrentó en el juego, retiró a 14 en fila, hasta que le dio base por bolas a Javier Robles en la quinta entrada.
Por su parte, Bermúdez logró enderezarse tras el jonrón de Meza y mantuvo en silencio a la ofensiva de Chinandega, hasta que en el sexto inning, con dos out en la pizarra, fue extrañamente retirado del montículo por el mánager Ronald Tiffer, tras haber permitido hit de Dwight Britton y haberle dado base por bolas a Jimmy González.
En su lugar entró Norman ST. Clair, quien pese a ponerse atrás en el conteo 0-3, terminó dominando a Juan Carlos González para sacar al Bóer del peligro.
En ese mismo sexto inning, ya con dos outs, Wuillians Vásquez conectó apenas el segundo imparable del Bóer ante el dominante Jesús Garrido, quien pareció meterse en problemas al regalarle una base por bolas a Edgar Montiel, pero él mismo resolvió la ecuación al ponchar al siempre temible jonronero Juan Carlos Urbina.
Garrido lanzó el séptimo capítulo y pese a que recibió un doblete de Álvaro Rubí, logró colgar el cero. De tal forma que su brillante presentación fue de siete innings de solo tres imparables, dos pasaportes y seis ponches. Salió dejando el juego 2-0 a favor de su equipo, sin sospechar que pronto cambiaría todo.
INDIOS DESPIERTAN
Para el octavo inning, el mánager Vicente Padilla confió en el relevista Joseph Martínez, ante quien el Bóer empató el juego aprovechando un par de errores, un fly de sacrificio, dos bases por bolas y el oportuno imparable conectado por Wiston Dávila, un artillero al que Garrido había ponchado en tres ocasiones.
Con el juego 2-2 y el Bóer todavía amenazando con par de corredores sobre las almohadillas, Padilla trajo desde el bullpen a Nelson León, quien soportó el doblete con el que Álvaro Rubí movió el marcador al definitivo 4-2.
Así fue como en un episodio, Chinandega fue despojado de una victoria que parecía estar en su bolsillo. Ahora buscarán emparejar la serie el próximo lunes en su casa, el Efraín Tijerino Mazariego, a partir de las 6:00 p.m.