Incrementa violencia delictiva en Nicaragua y la ciudadanía está en un estado total de indefensión

Eva Inestroza

Una Policía que no cumple con su misión constitucional y el crecimiento de la población de delincuentes, entre estos los más de 11,300 reos que el Gobierno ha excarcelado y los paramilitares y parapolicías dotados de impunidad, son las causas del incremento de la delincuencia en el país, afirma Roberto Cajina, experto en temas de seguridad.

Y es que en los últimos meses, las denuncias por robos, asaltos y secuestros han incrementado en redes sociales y medios de comunicación. Uno de los recientes hechos tuvo resonancia en las redes ocurrió hace tres días, en el residencial Bello Horizonte, de Managua, cuando un hombre sacó un arma y disparó contra un grupo de personas, dejando a un fallecido y tres heridos.

Según la Policía Nacional, los cuatro sujetos le habían robado al hombre que les disparó, en horas de la madrugada del viernes, por lo que, el pistolero los buscó, los ubicó y les disparó.

La Policía detalló que peritos de criminalística realizaron peritaje químico, balístico y biológico. Foto: Radio La Primerísima.

Las autoridades también revelaron que, tanto el pistolero posee antecedentes por homicidio en 1998, como los heridos y el fallecido, por robo con intimidación, robo con fuerza y tenencia de drogas.

Sólo habían transcurrido unas horas de este suceso, cuando dos vendedores de una empresa distribuidora de productos avícola fueron asaltados por dos sujetos, quienes a bordo de una motocicleta los encañonaron y los despojaron de más de 7,000 córdobas. Este hecho ocurrió en la Colonia Nicarao, en Managua.

También se han registrados asaltos en supermercados, gasolineras y en distintos puntos del país.

“Hay un hecho que es innegable y es que hay un incremento considerable de la violencia delictiva en Nicaragua. Ese incremento se explica como un fenómeno multicausal, no solo de una causa, sino que corresponde a diferentes circunstancias y situaciones”, explica Cajina.

El experto en seguridad considera importante recordar que Nicaragua históricamente ha tenido bajos índices de actividad delictiva.

Sin embargo, “esos niveles bajos de actividad delictiva comenzaron a sufrir ciertas transformaciones o comenzaron a haber algunos cambios sobre todo en el período que va del 2007 al 2012, 2013”, señala el experto.

Pero, al llegar a los años 2012, 2013, “nos encontramos con que las estadísticas oficiales que la Policía Nacional, publica en su Anuario Estadístico ya venían manipuladas, porque estaban trabajando en función de vender a Nicaragua a los inversionistas extranjeros como el país más seguro de Centroamérica”, añade.

Las causas

De acuerdo con el experto, Nicaragua como cualquier país tiene una población de delincuentes natural. Pero, a esa población natural de delincuentes se le agrega otro grupo. Es decir, los más de 11,359 reos comunes que el régimen excarceló en todo el país desde el 21 de diciembre de 2019 al 15 de julio de 2020.

Eso “aumenta la población de delincuentes”, argumenta Cajina.

Además de ello, indica que otra de las causas es que, a partir de la escalada represiva contra la rebelión cívica en abril de 2018, el régimen (Gobierno) organizó, entrenó, armó y dotó de impunidad a una cantidad considerable de personas.

“Al terminar esa escalada represiva en la que participaron los policías y los llamados parapolicías o paramilitares se quedaron sin trabajo, por decirlo de alguna manera. Es decir, se quedaron sin los recursos o el pago que el régimen les daba por atacar, asesinar, secuestrar y torturar», manifiesta el especialista.

Por tanto, a ese número de parapolicías en el desempleo, se le agregan los dos grupos anteriores, es decir, la población de delincuentes natural (que está fuera de las cárceles) más el otro grupo que estaba en la cárcel (los más de 11,300 excarcelados), se evidencia que hay un incremento de la población de delincuentes.

“La consecuencia lógica de esto es que, al aumentar la cantidad de delincuentes, lógicamente se incrementa la cantidad de delitos o incrementan los delitos”, afirma el experto en seguridad.

El mismo modus operandi

Cajina señala que la cantidad de armas que anda circulando hoy día en las calles es mayor de la que estaba antes de la crisis de abril de 2018. Ya que, nadie conoce, salvo los parapolicías que fueron entrenados y armados por el régimen como fue el mecanismo de entrega y si al terminar la escalada represiva regresaron las armas.

“Pero, lo cierto es que ha habido un incremento”, asevera.

A inicios de este año, se conoció de dos casos de dos jóvenes que fueron asaltadas, secuestradas y abusadas sexualmente; uno de los casos ocurrió en la Colonia Morazán y el otro en las cercanías del parque Linda Vista Norte.

Estos hechos quedaron grabados en las cámaras de vigilancias de los negocios que había alrededor. El modus operandi fue el mismo en los dos casos: sujetos se movilizaban en una moto, interceptaron a las jóvenes, las intimidaron con armas de fuego y luego las obligaron a subir a la moto, según lo detallado por las autoridades en su momento y lo apreciado en los videos que circularon.

Analizando algunos de los casos ocurridos y denunciados en redes sociales y medios de comunicación, el especialista comenta: “Si te fijas, hay un modus operandi del tipo de robo con intimidación; dos tipos en una motocicleta, con cascos con viseras polarizadas, asaltan un negocio, a los clientes del negocio y huyen en la moto”.

“Esto a mí me trae recuerdos de los motorizados que usaba el régimen para reprimir, por ejemplo, la manifestación campesina que pretendía entrar a Managua (9 de mayo 2018)”, apunta Cajina.

La PN no cumple con su misión constitucional

Otra de las causas que ha influido en el incremento de los delitos en el país es que la Policía Nacional, a partir de la crisis de abril de 2018, se desatendió de cumplir con su misión constitucional y la misión que le da la ley (Ley No. 872), que es garantizar la seguridad de los ciudadanos y sus bienes. Ya que, desde entonces, la tarea fundamental de la Policía fue garantizar la seguridad del régimen, señala el experto.

“Tenemos una Policía que no cumple con su misión constitucional y se juntan con ese crecimiento de la población de delincuentes, lo que tenemos es un cóctel muy exclusivo que se expresa en el incremento de los delitos, en el uso de armas de fuego para cometer los delitos, sobre todo los robos con intimidación”, específica.

Por otro lado, el especialista también manifiesta que, en el informe de ejecución presupuestaria, del segundo semestre de 2018, que el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) presentó ante la Asamblea Nacional, hay un incremento de dos delitos: robos con intimidación y homicidio.

“En esa medida la ciudadanía nicaragüense está en un estado absoluto de indefensión, ya que, la Policía está desatendida de la seguridad de los ciudadanos, volcada principalmente de garantizar la seguridad del régimen y el crecimiento de la población de delincuentes en el país”, advierte.

Otro efecto: Crisis sociopolítica y sanitaria

Para Cajina, la crisis sociopolítica, iniciada en abril de 2018, no solo tuvo efectos sociales, también en términos económicos, lo que significó el cierre de empresas y una cantidad considerable de desempleados.

Añade que este número de desempleados, también se está incrementando por efectos de la actual pandemia del covid-19.

En una entrevista publicada en agosto de 2019, el experto en temas de seguridad social, Manuel Israel Ruiz, dijo a El Nuevo Diario, que a raíz de la crisis sociopolítica de abril 2018 unos 8,200 empleadores se desafiliaron del seguro social, de un total de 32 mil que había.

Además, datos del Banco Central de Nicaragua, muestran que entre enero y abril de 2018, se sumaron al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) 1,892 empleadores, pero de mayo a diciembre del mismo año se retiraron 4,814. También se desafiliaron 122,592 trabajadores del régimen obligatorio y del seguro facultativo, entre abril de 2018 y febrero 2019.

Este año la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) proyecta entre 59,300 y 123,4000 nuevos desempleados por impacto de la actual crisis sanitaria, en su informe de Coyuntura, Abril 2020 (Impacto en empleo, pobreza y desigualdad del Covid-19).

“Entonces, lo que se tiene es una situación económica absolutamente complicada para la ciudadanía, sobre todo los sectores más vulnerables y tenemos los anteriores: el crecimiento de la población delincuencial y una Policía inclinada a garantizar la seguridad del régimen”, reitera Cajina.

Esa es la realidad de Nicaragua, indica el experto. Sin embargo, aclara que cuando él habla de crisis económica y de las personas que van al desempleo, no quiere decir “que el pobre es delincuente, o que el delincuente es delincuente porque es pobre”.

En ese escenario más global es en el que entra la crisis de abril y la pandemia del coronavirus que han tenido efectos económicos y efectos sociales, y que se marcan básicamente en el cierre de empresas y en el desempleo, de una cantidad bastante considerable de personas en busca de sobrevivir optan por la delincuencia, porque no tienen otra manera de trabajar, considera el especialista.

No obstante, “los parapolicías optan por la delincuencia porque se les enseñó a ser delincuentes, porque se les armó, se les dio impunidad y evidentemente es lo que podían hacer, es lo que sabían hacer”, expresa.

Mientras que, en el caso de los delincuentes, de la población original (natural) y los excarcelados, “esos habían vivido permanentemente en esa situación”, explica.

Por tanto, los efectos económicos y sociales de ambas crisis y los elementos anteriores, han incidido en el incremento de la violencia delictiva en el país.

Recomendaciones

El experto en seguridad Roberto Cajina expresa que la Policía ha cometido un grave error, ya que presenta como un logro el que haya una disminución de las denuncias. Puede que las denuncias hayan disminuido, pero no porque eso signifique que haya disminuido los delitos, al contrario, las denuncias han disminuido porque la ciudadanía no confía en la Policía, advirtió.

“La Policía cree que, al disminuir las denuncias, disminuyen los delitos, al contrario hay una reducción en las denuncias por la falta de credibilidad y deslegitimación que la Policía tiene ante la ciudadanía”, señala Cajina.

De modo que, advierte que la ciudadanía nicaragüense se encuentra en un estado de indefensión, porque la Policía no cumple con su misión constitucional. Y considera que esto debe de llamar la atención de la población y autoprotegerse, garantizarse a sí misma su seguridad.

¿Cómo? Aquí el experto deja algunas recomendaciones:

  1. Evitar andar con el celular en las manos por las calles.
  2. No ir a lugares donde pueden ser víctimas de la delincuencia.
  3. Evitar el uso de bienes, como joyas y carteras que llamen la atención de los delincuentes.
  4. Por otra parte, “si los asaltan con arma de fuego o arma corto punzante, no ponga resistencia, es preferible perder lo material que perder la vida”, sugiere.
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