Redacción / IP Nicaragua
La jueza Distrito Penal Especializada en Violencia de Granada, Ana Xochilt Fonseca Laguna, declaró culpable por otros dos delitos al sacerdote Manuel Salvador García Ramírez, de 57 años, párroco de la iglesia Jesús Nazareno de Nandaime, perteneciente a la Diócesis de ese mismo departamento.
El fallo de culpabilidad, dictado a las 5:00 de la tarde del 1 de julio, detalla que el religioso fue encontrado culpable de los delitos de lesiones psicológicas y lesiones físicas en perjuicio de Martha Candelaria Rivas Hernández, a quien el sacerdote supuestamente habría golpeado en el rostro con un candado la noche del pasado 30 de mayo.
La judicial establece que los delitos fueron cometidos en concurso real, es decir, que con una misma acción se cometieron dos delitos y por ello las penas son independientes.
Fiscalía pide 32 meses de prisión
Una vez conocido el fallo de culpabilidad la fiscal auxiliar, Gisela Zambrana, solicitó que el sacerdote sea sentenciado a un año y cuatro meses de prisión por el delito de lesiones físicas e igual pena por las lesiones psicológicas.
La sumatoria de las dos condenas que el padre Manuel García cumpliría de manera sucesiva son dos años y ocho meses, es decir 32 meses de encierro en el penal de Granada.
Por su parte, el abogado defensor Heriberto González Sánchez pidió la pena mínima de ocho meses de prisión por cada delito imputado al clérigo, con lo que totalizaría un año y cuatro meses de privación de libertad.
Acusado por otro delito
El sacerdote ya había sido condenado, el pasado 22 de junio, a dos años de prisión y 200 días multa, por el delito de amenaza con arma contra cinco personas, según lo determinó el juez Local Único de Nandaime, Jaime Aguilar.
El religioso fue acusado por ese delito luego de que el 30 de mayo de 2022, supuestamente habría tomado un machete y amenazado a un grupo de personas que rodearon la casa cural de Nandamie.
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Martha Candelaria Rivas, quien sería la supuesta víctima del sacerdote por los hechos presuntamente acontecidos el pasado 30 de mayo, fue acusada y encarcelada por “falso testimonio en perjuicio de la justicia de Nicaragua”, al decir en el juicio que el padre García la golpeó en el rostro de forma accidental y no intencionalmente, a como sostiene el órgano acusador.
Desde el pasado 22 de junio, Rivas se encuentra en prisión preventiva.
Hasta la fecha, las autoridades eclesiásticas del país no se han pronunciado al respecto.