Imprudencia al cruzar ríos crecidos provoca tragedias

La comerciante capitalina Ana de Jesús Ordeñana, de 56 años y su hija Vilma Ordeñana permanecen como desaparecidas desde la noche del pasado 21 de octubre, tras ser arrastradas por las corrientes de un río ubicado en la comunidad Baká, que se localiza 20 kilómetros al sur de Mulukukú, en el Caribe Norte.

Madre e hija salieron temprano la mañana del viernes de Managua y se dirigían a la comunidad Los Baldes.

Radio Uraccan Siuna, también reportó la muerte de Sandra Araúz Valle, tragedia que sucedió a las 7:00 p.m. del viernes pasado, cuando el conductor de la camioneta en el que viajaban intentó cruzar imprudentemente el río.

En el vehículo viajaban dos menores de edad que fueron rescatados, pero cuyas identidades no fueron revelada por los cuerpos de socorro que trabajan en la búsqueda de las dos mujeres.

Adolescente muere ahogada

En el Cúa Bocay, departamento de Jinotega, las crecidas aguas del río Lana que pasa por la comarca del mismo nombre cobraron la vida de la adolescente Jubdania Irías Palacios, de 14 años.

La tragedia sucedió cuando la joven trató de cruzar el río para llegar a su casa en la comarca Las Lanas.

El cuerpo sin vida de la adolescente fue encontrado a varios kilómetros del sitio donde presuntamente fue arrastrada por la corriente.

En las últimas dos semanas al menos cuatro personas han fallecido tratando de cruzar los riachuelos cuyos caudales han crecido por lo copioso que ha sido la estación lluviosa.

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