Horticultores nicaragüenses resienten la caída del turismo y del consumo, y prevén una reducción en sus áreas de siembra

Redacción Billetes / IP Nicaragua

La cooperativa de horticultores “Tomatoya”, de Jinotega, al norte de Nicaragua, ha sufrido una disminución en sus ventas directas a una de las cadenas de supermercados más importante del país de un 40 por ciento.

“Nuestro cliente principal es una de las cadenas de supermercados más grande del país. Y de ellos se abastecen los clientes particulares y los negocios vinculados al turismo, como hoteles y restaurantes. Los pedidos de esa cadena de supermercados en el primer semestre de este año, con respecto al primer semestre de 2019, se han reducido hasta en un 40 por ciento”, explicó Norvin Centeno, vicepresidente de la cooperativa Tomatoya, la cual trabaja con 120 productores de ese departamento.

En el campo, según el productor, han hecho un gran esfuerzo para no detener sus actividades por la presencia del temido virus, covid-19, que amenaza por igual a todos los nicaragüenses.

Según los agricultores, la producción se verá afectada un 40%. Foto: El Nuevo Diario.

Sin embargo, Centeno manifestó que en el ciclo de primera que está empezando en el país los horticultores de Nicaragua, en general, dejarán de sembrar aproximadamente un 40 por ciento del área que normalmente cultivan. Esas áreas no quedarán sin ser utilizadas, porque en vez de rábanos, zanahorias, lechuga, tomates y cebollas sembrarán frijol rojo y maíz.

Por otro lado, Norvin Centeno dijo que actualmente hay una disminución en el consumo de hortalizas de la población en general, porque como medida para evitar el contagio del covid-19 han dejado de ir a los mercados.

Según Centeno, para la cosecha de granos básicos se requiere una menor inversión y eso los beneficia, porque, aparte de la pandemia, la situación económica y financiera de los horticultores no es la mejor, en vista de que no tienen fuentes de financiamiento para la producción.

“En el ciclo de primera, la reducción en el área de siembra de hortalizas puede ser hasta de un 40 por ciento. Es bastante”, aseveró.

“La verdad es que ya desde hace años nadie está financiando al sector de las hortalizas”

–        ¿Por qué no tienen financiamiento?

–        Por lo riesgoso que es el cultivo de hortalizas. Más que todo por eso, nadie se arriesga a financiar. Antes lo hacían las microfinancieras, con altos intereses. Pero ahora, últimamente, la mayoría de ellas cerraron, después del 2018, y la verdad es que no hay fuentes de financiamiento.

El problema del cambio climático ha hecho que el cultivo de hortalizas sea aún más vulnerable.

Dependiente del turismo

Guillermo Jacoby, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) y también horticultor, explicó a IP Nicaragua que las hortalizas son muy dependientes del turismo (restaurantes y hoteles). “Ha habido una caída del consumo (de hortalizas) como de un cuarenta por ciento. El impacto de la caída es precisamente debido a la falta de consumo en restaurantes y hoteles”, señaló Jacoby.

El turismo es uno de los sectores más afectados por la crisis sociopolítica de Nicaragua, que inició en abril de 2018, y que aún no ha terminado, según el presidente de APEN.

En el ciclo 2019-2020, en Nicaragua se sembraron 13,612 manzanas de tierra con hortalizas, según datos del Gobierno. Foto: El Nuevo Diario.

“Aquí se está dando una sumatoria de crisis (la sociopolítica y la de la pandemia). Esto ya se venía reflejando desde el año 2018. Incluso, en lo personal, yo tuve que dejar ir trabajadores porque ya no era rentable (el cultivo de hortalizas). El sector hubiera aguantado si no hubiera habido ese problema de la crisis política que tuvimos. Pero ya con dos años de crisis política, más de un año de covid-19 con crisis política, es un conjunto de crisis lo que está provocando un mayor impacto”, advirtió el empresario.

Jacoby también aseveró que se prevé una disminución de áreas de siembra de hortalizas, las que serán suplantadas por granos básicos, y opinó que “como viene un buen invierno, probablemente nos irá muy bien”.

Asimismo, advirtió que los horticultores seguirán por un buen tiempo en esa misma situación, porque en Nicaragua no hay esperanzas de que se reactive el turismo.

“Debido a que el Gobierno no está actuando correctamente con relación al covid-19 podemos estar creando un autobloqueo, porque los países de la región mientras no se conozcan cifras van a probablemente decir ‘no podemos ir a nicaragua, porque no sabemos qué nos puede pasar allá, porque no tenemos confianza en lo que nos dice el Gobierno’”, expresó Jacoby.

Según el Gobierno, en el ciclo 2019-2020, en Nicaragua se sembraron 13,612 manzanas de tierra con hortalizas, un área superior en 1.2% a la cosechada en el ciclo anterior (2018-2019).

Pese a lo que dicen los propios productores, el Gobierno no admite una reducción para el presente período, anotando más bien en su famoso Plan de Producción, Consumo y Comercio que crecerán en 4.3 por ciento el área de cosecha de zanahorias; dos por ciento, el de repollo; 4.3 por ciento, el de tomate; 1.8 por ciento, el de papa; 2.5 por ciento, el de chiltoma; y 4.1 por ciento, el de cebolla.

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