*Cenidh afirma que el gobierno promueve la cultura del contagio entre los repatriados, a los que les hace pasar dificultades.
Redacción / IP Nicaragua
Los nicaragüenses que permanecen varados en la frontera de Peñas Blancas están pasando los días en condiciones “inhumanas”, sin que les permitan el ingreso a su país.
Sin embargo, la coordinadora de Comunicación del Gobierno, Rosario Murillo, insistió este viernes en que todos “tienen derecho a regresar a su patria”.
“Esto es inhumano, no tenemos acceso al agua, aquí nadie se ha bañado, si es que hasta para tomar agua está difícil y hay mujeres embarazadas”, dijo un joven que prefirió no dar su nombre para evitar represalias.
Según el gobierno, para ingresar al territorio, los repatriados deben cumplir con las normas y medidas sanitarias que ha dictado el Ministerio de Salud.
“Importantísimo que todos nuestros hermanos que quieran regresar a sus hogares, a su familia, que tienen derecho regresar a su patria, cumplan, porque debemos protegernos con las medidas del Ministerio de Salud, medidas de protección para todas las familias nicaragüenses”, afirmó Murillo.
Las autoridades de Gobierno anunciaron que la noche del jueves arribó al país un grupo de 87 connacionales que permanecían en un albergue en la Provincia de Chiriquí, en Panamá, fronterizo con Costa Rica y fueron recibidos en Peñas Blancas, “habiendo cumplido con todas las medidas sanitarias”.
Condiciones podrían empeorar
En toda la semana, la vocera del gobierno no ha hecho referencia alguna a las condiciones en que permanecen los compatriotas que permanecen en la frontera con Costa Rica.
A los nicas que están en Peñas Blancas se les está exigiendo resultados de la prueba del covid-19, pero ninguna autoridad del Ministerio de Salud (Minsa) les ha informado al respecto, informó el joven que se encuentra en el grupo de aproximadamente 500 nicaragüenses varados en la frontera.
“Nos dijeron que el problema era la prueba del covid, hay muchísimas personas que vemos cómo hacemos y conseguimos el dinero, pero queremos irnos, hay muchas personas que aquí ya no tienen dinero por estar comprando agua, comida y eso es imposible”, mencionó el nica que permanece varado y está regresando al país tras haber perdido el empleo.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) reiteró que el gobierno está promoviendo una “cultura de contagio” entre el grupo de conciudadanos que llevan cinco días a la intemperie aguantando sol y lluvia, hambre y sed.
“Es totalmente un descaro que exija a estas personas pagar por una prueba. Son ellos como gobierno que deben garantizarlas (…) Hacemos un llamado a los organismos internacionales para que presionen”, refirió el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.