* En algunas regiones del país la incidencia de la pandemia está llegando a niveles escandalosos.
REDACCIÓN IP / NICARAGUA
El covid-19 está afectando fuertemente a Honduras. En promedio, cada 24 horas se reportan entre 40 y 60 fallecimientos en este país por la pandemia, informó la emisora HRN.
El medio de comunicación agregó que en las últimas cuatro semanas el número de decesos por covid-19 ha ido en ascenso de manera sostenida, afectando en mayor número al Distrito Central, San Pedro Sula y Choluteca.
Las autoridades han comenzado a observar un peligroso movimiento ascendente en Puerto Cortés, en el departamento de Cortés; El Progreso, Yoro; Danlí, El Paraíso; y La Ceiba, Atlántida, agregó HRN.
En la capital, el Hospital Escuela reporta diariamente una media de 15 decesos, el Instituto Cardiopulmonar registra unas 10 víctimas, el San Felipe entre dos y cuatro pacientes de baja y el Seguro Social informa sobre la muerte de entre 10 y 12 contagiados.
En la ciudad industrial de Puerto Cortés, el Seguro Social aparece con ocho o 10 fatalidades diarias, mientras los hospitales Leonardo Martínez y el Mario Catarino Rivas registran entre dos y cuatro internos que terminan por sucumbir ante el nuevo virus.
El Hospital del Sur, en Choluteca, figura como uno de los centros asistenciales con mayor número de fallecimientos, con una variación de entre dos y seis personas.
En el departamento de El Progreso suelen notificarse entre tres y cuatro decesos, mientras que en el hospital de Puerto Cortés y en La Ceiba se reportan cada 24 horas dos o tres contagiados por el nuevo virus que pierden la batalla.
Los expertos advierten que la avalancha de infectados por covid-19 no muestra un comportamiento hacia la baja y no hay indicios de que dicha orientación se revierta.
La pandemia también ha recrudecido su ataque en las regiones sur y en el litoral Atlántico, han enfatizado los representantes de la gestión de riesgos y los investigadores que se ocupan de vigilar la incidencia y los estragos causados por el covid-19 en el país.
Los funcionarios que están al frente de los gobiernos locales en los departamentos con saldos epidemiológicos especialmente negativos, han reiterado sus demandas para la apertura de centros de triaje, detección masiva del nuevo virus, provisión de oxígeno y equipo especial, ampliación de la planta de personal de salud y diseminación de más brigadas en los barrios y colonias.
En el Distrito Central, San Pedro Sula, Choluteca y Danlí, están en operación nuevas salas de evaluación clínica y estabilización de pacientes con covid, según lo establecido en círculos gubernamentales.
En busca de un área donde eventualmente funcionará un espacio de evaluación y atención rápida de pacientes covid, se encuentran las autoridades edilicias de La Lima, Cortés.
Se ha anticipado que en la antigua Casa de Cultura se abrirá una sala con capacidad para 30 camas, pero todavía no está listo el personal de salud ni el equipo para atender a los enfermos.
Sectores de la sociedad civil organizada, médicos y pobladores de Siguatepeque, Comayagua, urgieron la identificación de inmuebles de instituciones del Estado que se encuentran desocupados para que sirvan como centros de atención primaria a enfermos covid.
En Azacualpa, Santa Bárbara, las autoridades municipales solicitaron con urgencia a la administración gubernamental el equipamiento del Hospital Materno del sector, cuya construcción fue finalizada hace dos meses.
Ante la saturación de los centros asistenciales, la alcaldía y la Cámara de Comercio e Industrias de Tocoa, Colón, pidieron darle celeridad al acondicionamiento de la unidad de atención de contagiados por el nuevo virus.
Piden cerrar ciudad
En Santa Rita, Yoro, la sociedad civil ha lanzado un encarecido llamado para que la ciudad sea cerrada. La diseminación del nuevo virus alcanza niveles escandalosos, según lo expresado por representantes de las fuerzas vivas del lugar.
Mientras tanto, las acciones tendientes a cumplir con las medidas de confinamiento serán redobladas en Gracias, departamento de Lempira, donde la prevalencia del patógeno es alta.
En la fase actual de la pandemia, la prioridad es el fortalecimiento del sistema hospitalario nacional y de la atención primaria, además de la detección rápida de portadores del nuevo virus para disminuir la cantidad de víctimas mortales.
Los pronósticos no son buenos, ya que apuntan a que al menos la mitad de la población, si no es que el 60 o 70 por ciento podría ser contagiada. El reto es aplanar la curva y evitar más fatalidades.
