El Libro Blanco sobre violaciones de derechos humanos en universidades pública en Nicaragua

La comunidad universitaria nicaragüense desde 2018, cuando estalló la crisis sociopolítica en Nicaragua, es uno de los principales blancos de ataques del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo por encabezar las protestas.

Cientos de universitarios fueron víctimas de reiterados ataques de represión, detenciones arbitrarias, tortura, tratos crueles inhumanos y degradantes e incluso la muerte. Además de fueron expulsado sin derecho a historial académico.

El Observatorio Nicaragüense de la Violencia en conjunto de varias organizaciones universitarias, presentaron este viernes 27 de octubre, el Libro Blanco: «Las evidencias de un Estado totalitario: violaciones a los derechos humanos en universidades públicas de Nicaragua».

El libro convertido en una «denuncia» de los abusos cometidos por el régimen orteguista contra la comunidad universitaria en el contexto de las protestas antigubernamentales de 2018, recoge al menos 20 testimonios de jóvenes universitarios que tuvieron que exiliarse para proteger su libertad y sus vidas.

Libro Blanco, un mecanismo de denuncia

La activista opositora y defensora de derechos humano, Alexa Zamora, expresó durante el lanzamiento del libro que «la respuesta del estado dio como resultado la violación sistemática de derechos humanos, acciones que se encuentran reflejadas en el libro».

«El Libro Blanco es un mecanismo de documentación que se utiliza para recopilar los testimonios y el impacto de las violaciones de derechos humanos en el contexto de 2018  y que en un futuro pueden ser utilizados en un proceso de justicia y reparación a las víctimas», agregó Zamora.

Libro Blanco
Alexa Zamora, activista opositora y defensora de derechos humanos.

La activista opositora comentó que dentro de los testimonios que contiene el libro han encontrado repetitivos patrones de violaciones sistemáticas a los derechos humanos como «la desaparición de expedientes académicos, la persecución política con motivos de encarcelamientos y de desaparición».

A la vez expuso que «estas violaciones marcaron una pauta para que estos jóvenes tuvieran que abandonar el país, abandonar en ese momento su proyecto de vida».

Los jóvenes también comparten «cómo ha sido sus vidas después de este suceso, como han seguidos sus vidas en el exilio, si han retomado sus carreras, lo cual permite que ellos tenga una herramienta también para el momento en que vayan a reclamar y reivindicar sus derechos», dijo Zamora.

Más de 140 universitarios fueron expulsados

Miurel García, universitaria en el exilio y miembro de la organización Alianza de Jóvenes y Estudiantes Nicaragüenses (AJEN), compartió que por sumarse a las protestas estudiantiles fue expulsada y eliminaron su registro académico.

«Sufrí expulsión académica como represalia por las luchas estudiantiles, sin debido proceso, sin derecho a la defensa y no tuve acceso a mis notas», denunció García durante la presentación del libro.

Hasta 2019, la cifra de universitarios expulsados era de 147, de la UNAN-Managua, UNAN-León, Facultad Regional Multidisciplinaria (Farem-Carazo), Farem-Estelí, Farem-Matagalpa, y Farem-Chontales, sin derecho a su historial académico, según estadísticas de la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ).

Braudy Sánchez, integrante de la Unidad Juvenil, expresó que el Libro «recupera la memoria histórica sobre los casos de violaciones de derechos humanos a estudiantes de Nicaragua, lo que se suma al contexto actual de cierres y confiscaciones, adoctrinamiento y perdida de la calidad de la educación en Nicaragua».

 

En los últimos años, el régimen a través del Consejo Nacional de Universidades (CNU) cerró al menos 27 centros de estudios superiores en el país.