El cierre de END, un duro golpe al periodismo independiente de Nicaragua

*Este domingo 27 de septiembre, El Nuevo Diario, el que fue uno de los dos periódicos más importantes del país, cumple un año de haber suspendido sus ediciones impresa y digital.

Eva Inestroza

Como una pérdida enorme para el periodismo independiente de Nicaragua, es considerado por dos expertos en comunicación, el cierre definitivo  de El Nuevo Diario, que este 27 de septiembre cumple un año de haber dejado de informar a la población, tras casi 40 años de haberlo estado haciendo sin interrupción.

Alfonso Malespín, periodista y consultor de medios independientes, recuerda que El Nuevo Diario surgió como la expresión de una crisis política y editorial, y cuatro décadas después desapareció como resultado de un mismo conflicto entre editorial y política.

“Hay que recordar que El Nuevo Diario surgió en un contexto en el cual había una crisis entre un modelo de hacer periodismo que estaba en el diario La Prensa, que se había desencantado hacia una posición independiente de la Revolución Popular Sandinista o la oposición, como se le llamó en aquel entonces (1980) y había una parte del staff de aquella Prensa que quería realizar un periodismo apegado a los lineamientos de la revolución sandinista”, señaló el consultor y agregó que estas dos posiciones entraron en un conflicto y una parte del staff de La Prensa se fue a fundar El Nuevo Diario.

“Y se quedó llamando así porque todo el mundo le preguntaba cuándo iba a salir El Nuevo Diario, ya que aún no tenía nombre, entonces decidieron que ese iba a ser el nombre”, relató Malespín.

Luto en el periodismo

Guillermo Medrano, consultor y coordinador de programas de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), manifestó que el periodismo independiente en Nicaragua está por cumplir un año de duelo, porque con el cierre de El Nuevo Diario, también se cerraron 39 años de historias.

“Te voy a repetir lo que expresamos ese propio 27 de septiembre de 2019, en nuestro comunicado; ‘el periodismo independiente está de luto’. Se cerró la oportunidad de una oferta diferente o de otra oferta alternativa para llegar a diferentes audiencias”, comentó Medrano.

La última redacción de El Nuevo Diario. Foto: Redes Sociales.

Con el cierre de END, además de las violaciones a los derechos de libre expresión y libre información, también “afectó a los colaboradores y otros trabajadores, porque cuando se cierra un medio, se cierra una fuente de trabajo y eso te lleva a la violación de otro derecho, como es el derecho al trabajo. En este caso, el distribuidor, el voceador, el diseñador, no solamente el propio reportero o el editor, se quedan sin trabajo, sino que afecta a una cadena”, lamentó el delegado de la FVBCH.

Historia

El Nuevo Diario fue fundado el 19 de mayo de 1980 por trabajadores procedentes del periódico La Prensa, quienes eran críticos con la línea editorial de este mismo medio y cercanos a las causas de la revolución sandinista. El impulsor de END fue Xavier Chamorro Cardenal, hermano de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, director de La Prensa.

En el año 2011 decidieron vender el periódico al Grupo Promerica, de Ramiro Ortiz Mayorga y la línea editorial del medio cambió. Ocho años después, a la media noche del viernes 27 de septiembre de 2019, la junta directiva de END publicó un comunicado en el que anunciaba que dejaba de circular a partir de esa fecha, “debido a dificultades económicas, técnicas y logísticas, que hacían insostenible su funcionamiento”.

Esto ocurrió en medio de una crisis sociopolítica y económica que a la fecha enfrenta el país, caracterizada por la represión del estado policial impuesto por el gobierno a todo aquel sector crítico de su mandato. A raíz de abril de 2018, END sufrió hostigamiento, persecución y asedio, incluyendo un bloqueo de materias primas que obstaculizaba la impresión del periódico.

“En este caso enfrentado a un antiguo aliado que era el ahora presidente Daniel Ortega, que había estado satisfecho con la posición editorial del diario, porque Grupo Promerica había tomado el control de las acciones”, señaló Malespín.

Sin embargo, “los eventos de 2018 provocaron un terremoto a lo interno del periódico y llevaron a que se revisaran todas aquellas posiciones informativas y editoriales y el periódico comenzó a reportar el conflicto que se estaba dando en las calles y ciudades del país. Esto no le gustó al gobierno para nada y sintió que habían traicionado un acuerdo”, añadió el consultor.

Malespín indica que la represalia fue tanta, que hasta se llegó a eliminar por más de 500 días la posibilidad que el periódico pudiera acceder a toda la materia prima que tenía en poder la Dirección General de Aduanas (DGA). Y “como resultado de esto se quedó sin recursos para poder imprimir y hubieron bajas poco a poco de suplementos, páginas, más tarde el periódico Q´hubo, Metro y finalmente El Nuevo Diario”, señaló.

“Como vemos, el origen y la desaparición de El Nuevo Diario tiene que ver con un conflicto político y editorial”, insistió el consultor.

“Desapareció una versión de la realidad”

Para Malespin, el cierre de END es una perdida tremenda, pues cada vez que un medio de comunicación desaparece, desparece también la posibilidad de tener acceso a una versión de la realidad que nadie más cuenta.

“La manera como END relataba las noticias se perdió para siempre y con eso se ha empobrecido el potencial de la libertad de expresión para el país. Es una pérdida enorme porque no hay nadie más que haga el periodismo que se hacía en END”, destacó Malespin.

Antiguo edificio de El Nuevo Diario en carretera norte, Managua. Foto: Nayira Valenzuela.

El periodista y consultor de medios independientes recordó que el slogan de El Nuevo Diario decía ‘un periodismo nuevo para un hombre nuevo’, «suponía que la revolución iba a producir un cambio en la conciencia de tal magnitud que las autocriticas y la crítica iban a ser la norma de la sociedad”.

Dicho de otra manera, “la libertad de expresión individual y colectiva iba a ser plena e irrestricta. Al tener que cerrar END se ha perdido esa posibilidad en una parte de los consumidores de medios de comunicación, pero ha dejado con su cierre en evidencia que hay sectores poderosos que están en contra de que haya libertad de expresión”, manifestó el consultor.

Periodistas de END se reinventaron

Por otro lado, Medrano no quiere justificar que con el cierre de un medio mueren unos y nacen otros, pero tras la baja de El Nuevo Diario y la confiscación de otros medios independientes, han surgido otros medios de comunicación alternativos.

“Lo que nació con ese periodo fue la credibilidad que han alcanzado los medios de comunicación independientes, que es una de las mayores fortalezas o uno de los mejores galardones, que es con lo que cuenta en la actualidad la prensa independiente en Nicaragua”, destacó Medrano.

Dijo que tras la desaparición de END y el surgimiento  de nuevos medios alternativos, «vemos que sus periodistas no se quedaron de brazos cruzados. Muchos de ellos mutaron, cambiaron, se renovaron y se fueron a fundar otros medios de comunicación y ahí es donde vemos el compromiso de los periodistas de seguir informando, de seguir documentando y de seguir sirviendo como fuente de comunicación a la población nicaragüense, aunque sea en otras plataformas comunicacionales”, añadió el delegado de la FVBCH.

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