Encontrar una entrada a precio asequible en el Mundial de Qatar 2022 se ha convertido en una misión imposible que amenaza con romper los sueños de muchos aficionados que se aventuraron a viajar al torneo sin tener nada atado y que ahora ven cómo el dinero se vuelve una barrera insalvable.
A pesar de que a menudo se puedan ver estadios con tribunas medio vacías, como en el encuentro entre Gales e Irán, la FIFA ha asegurado en un comunicado que “las cifras oficiales muestran que la asistencia promedio general a los partidos es de un impresionante 94 % en comparación con la capacidad de los estadios para el evento”.
En la web de la FIFA, es casi imposible comprar entradas -incluso cuando están disponibles- según aficionados y periodistas consultados por la Voz de América, que corroboró la situación por su cuenta.
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A estas alturas del torneo, un aficionado puede encontrar algún boleto solo a través de portales de reventa, pero pagando por él un precio hasta 6 o 7 veces superior al original para los encuentros de la fase de grupos, hasta llegar a los 1.000 dólares.
El hincha argentino Matia Morosina se desplazó al centro de venta de tickets, en Doha, buscando un boleto, pero no pudo encontrar nada.
“No hay, porque la reventa está demasiado cara”, aseguró Morosina a la VOA. “Te ofrecen a 800 dólares el Argentina-Polonia, entrada que por FIFA vale 70”.
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Fuera de los estadios, algunas personas revenden boletos, pero es difícil saber si son verdaderos o no.
Andrés Vidal, aficionado colombiano, prefiere aclarar inmediatamente: “Soy un enemigo de la reventa. Absolutamente enemigo. Comprar reventas es lo que exactamente genera que haya reventas”.
Según la FIFA, prácticamente la totalidad de los boletos ya fueron asignados, aunque no todos se han otorgado a un comprador final. Muchos fueron repartidos entre compañías y agencias turísticas y esto podría explicar la ausencia de público, porque no todos estos tickets se pudieron colocar.
Con información de la Voz de América
