Cuando era un niño, los juguetes de Duque Hebbert eran pelotas de beisbol, algunas de calcetines. Tenía 7 años cuando se acercó a los campos de beisbol en Puerto Cabezas, municipio de la Costa Caribe Norte en Nicaragua, de donde es originario.
Su mamá, Nery Ivania Robinson Ismael y su tío Iván Rosales, lo llevaban a practicar, siempre que podían. Su primer equipo se llamó Cocal en honor al barrio donde ellos viven.
«Siempre me ha gustado el béisbol, desde pequeño, yo vi jugar béisbol y le dije a mi mamá que me llevara, mi mamá se fue del país y mi tío me llevaba después», dijo Hebbert en entrevista con IP Nicaragua.
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Duque habla tres idiomas: Español, Inglés y Miskitu. Tiene origen kriol porque su papá, quien lleva el mismo nombre y es originario de Laguna de Perlas, es de esa etnia. Su abuelita, Minerva Ismael, también es mikista.
Hebbert, de 21 años, es el menor de dos hermanos. Jessod Hebber está apunto de graduarse como médico y Duque se bachilleró y desde entonces se ha dedicado al béisbol.
Este joven le dedica tiempo completo al béisbol, y desde niño integró la selección infantil de Puerto Cabezas y luego entró en las categorías AA y AAA, siempre en la Costa Caribe.
Luego, en el 2018, pasó al equipo de primera división de la Costa Caribe y jugó como jardinero central. También ingresó a una academia de béisbol en Managua. Duque formó parte del equipo de Pescadores del Caribe Norte.
La hazaña de Duque Hebbert en el Clásico Mundial de Béisbol
Duque era parte del equipo de la Selección Nacional de Béisbol que participó en el Clásico Mundial en Estados Unidos. Era el menor de todos los peloteros.
En su encuentro contra el equipo de República Dominicana, Duque fue llevado a la loma como pitcher para hacer sus lanzamientos. Nicaragua perdía 6 a 1 cuando él asumió la novena entrada relevando a Joaquín Acuña.
El derecho sacó a tres de los cuatro bateadores a los que enfrentó. Primero ponchó de manera consecutiva a Juan Soto y Julio Rodríguez, campeón y subcampeón del Home Run Derby del 2022, después le permitió a Manny Machado un doblete, y finalmente, cerró su participación con un strike out ante Rafael Devers, también de grandes ligas.
«Fue algo muy bonito representar a mi región a Nicaragua, nunca lo voy a olvidar, ir a un Clásico Mundial y ser el menor del equipo. No tuve miedo, mentalmente estaba preparado para enfrentarme, porque no tengo miedo a nada, mi abuela me dice que no tenga miedo porque ellos son hombres y yo también, claro cuando entré al dugout me sentí alegre porque mis amigos me abrazaron y me dijeron que había hecho buen trabajo y que con esos tres ponches alguien me tenía que firmar», dijo Hebbert.
Asegura que nunca pensó en llegar a un Clásico Mundial. «Soy un chavalo fuerte y nunca agaché la cabeza», contó a IP Nicaragua, mientras esperaba en el aeropuerto de Managua para viajar a República Dominicana para su entrenamiento. Gracias a esta hazaña, Hebbert firmará contrato con el equipo Detroit Tigers.
Lo reciben como héroe en Puerto Cabezas
Después de su participación en el Clásico Mundial de Béisbol regresó a su natal Puerto Cabezas, donde fue recibido como un héroe por la población que se desbordó para abrazarlo.
«Me sentí tan alegre, soy bien disciplinado y quiero ser un ejemplo para los niños y que sean mejor que yo. Habían muchos niños cuando me recibieron y me fui al Estadio (beisbol) para que los niños me vieran», dice el pitcher de 5 pies y 10 pulgadas con 170 libras.
Los familiares, amigos y fanáticos del beisbol lo esperaron en la terminal aérea, de Managua. El joven lanzador fue recibido con bandas rítmicas y en caravana recorrieron las principales calles del poblado.
Sus planes son salir de Nicaragua, hacer buenos números en cada lanzamiento que tenga y llegar a grandes ligas.