La persecución que vive la iglesia en Nicaragua fue denunciada en el Foro de Libertad Religiosa realizado este jueves en el marco de la 77 Asamblea General de las Naciones Unidas.
Las voces de los sacerdotes que están siendo perseguidos en Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega y los testimonios de la población nicaragüense fueron escuchados por Rashad Hussain, embajador en Misión Especial para la Libertad Religiosa Internacional del gobierno de Estados Unidos.
El diplomático estadounidense agradeció la invitación al encuentro con periodistas y defensores de derechos humanos para conocer de cerca la situación que viven los religiosos en este país centroamericano, especialmente la persecución contra la iglesia católica.
- Puedes leer: Iglesia San Jerónimo en Masaya rodeada de policías, nuevo ataque a la libertad religiosa
“Sin sus esfuerzos no tendríamos una imagen más clara de lo que está pasando en Nicaragua y han compartido un gran testimonio para que el mundo vea lo que está pasando. Mi rol como embajador de los Estados Unidos es presentar al presidente Joe Biden y demás encargados, los abusos en Nicaragua y el abuso en contra la religión y que podamos trabajar juntos», dijo Hussain.
Cárcel o destierro
La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) confirmó que el gobierno de Nicaragua tiene una especie de “espada de Damocles” sobre la iglesia Católica en Nicaragua porque sigue denunciado los abusos cometidos en contra de la población y por eso a muchos sacerdotes les toca la cárcel o el destierro.
“Los juicios contra los sacerdotes en Nicaragua son espurios, contradictorios, ilegales y la razón de esta judaización es porque quieren acallar las voces disidentes», refirió Leyla Prado, abogada de la CPDH.
Según Prado, el régimen quiere evitar que los pastores transmitan esperanzas a la población y por eso deben de ser acallados.
«No hay una razón legal que tengan que judicializar, más que las que les han sido inventada a los sacerdotes, incluso pudimos escuchar a la primera dama Rosario Murillo hablar de delitos de lesa espiritualidad, que no existe en ningún sistema legal del derecho internacional”, añadió Prado, abogada de la CPDH.
Asamblea General de la ONU debe escuchar denuncia
Juan Carlos Arce del Colectivo Nicaragua Nunca Más, dijo que el régimen de Ortega violenta los derechos a la libertad de pensamiento, de religión, de expresión y de movilización, pilares fundamentales del derecho a la libertad.
Arce dijo que el régimen pretende silenciar una de las voces más legítimas y potentes en Nicaragua, que es la voz de la Iglesia católica que tiene presencia en la mayoría de las zonas rurales del país.
“En lo que va del año, han sido ilegalizadas 1,800 oenegés, de ellas 29 tienen carácter religioso», denunció Arce en el foro.
«Pedimos y exigimos que cese la represión, que cese la persecución contra la iglesia y que sean liberados los sacerdotes, diáconos y seminaristas privados de su libertad, pedimos también por la liberación de todas las personas presas políticas en Nicaragua”, puntualizó Arce.