La Articulación de Movimientos Sociales (AMS) denunció a través de sus redes sociales que el preso político Kevin Solís se encuentra en una situación de riesgo, tras sufrir torturas físicas y psicológicas por autoridades del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, mejor conocido como «La Modelo».
«El joven preso político Kevin Roberto Solís, secuestrado por la dictadura Ortega Murillo se encuentra grave de salud, debido a las recientes torturas físicas y psicológicas a las que ha sido sometido, lideradas por el director de máxima seguridad, Roger Guevara, quien además de golpearlo constantemente lo amenaza con salir de la cárcel únicamente muerto», denunció la AMS en su publicación.
Solís, de 23 años, se encuentra recluido en el Sistema Penitenciario de Tipitapa, con una condena de cuatro años y seis meses de prisión por el supuesto delito de robo agravado contra un simpatizante sandinista.
Fue detenido por segunda vez, el 6 de enero de 2020, después de participar en una protesta ciudadana en la Universidad Centroamericana (UCA).
Solís es estudiante de Derecho y se integró a las protestas estudiantiles desde sus comienzos en abril de 2018.
Estuvo atrincherado en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua).
También es uno de los sobrevivientes que se resguardo en la parroquia Divina Misericordia y escapó del ataque militar contra los estudiantes atrincherados en la UNAN entre la noche del 13 y la madrugada del 14 de julio de 2018.
Detención arbitraria de Kevin Solís
En octubre de 2020, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria (GTDA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) concluyó que Solís fue apresado arbitrariamente, por lo que solicitaron su liberación inmediata, sin embrago, el régimen ha hecho caso omiso a esta demanda.
Además se niegan a liberar a los más de 235 presos políticos que aún mantiene en los diferentes penales del país.
La GTDA de la ONU, señaló que la privación de libertad de Solís fue arbitraria conforme a las categorías I, II y III alineado a sus métodos de trabajos.
“Primero no hubo flagrancia delictiva y el delito (captura) fue realizado por individuos vestidos de civil, sin que se presentara una orden de arresto por el juez o por autoridades competentes”, indicó en un reporte.
“Solís fue sujeto a una desaparición forzada tiempo a que su derecho a la seguridad personal fue flagrantemente violentado. Segundo, la detención de Solís fue resultado del ejercicio de sus derechos a la libertad de opinión y expresión, así como a la libertad de reunión y asociación pacífica y la participación en asuntos políticos. Tercero, porque en su proceso judicial fueron denegadas las garantías esenciales del debido proceso”, añadieron.