A partir del segundo trimestre de 2021 el régimen orteguista puso nuevamente la mirada en contra de las mujeres que se unieron a otras voces para reclamar democracia y libertad cortando las aspiraciones presidenciales de Cristiana Chamorro de Barrios.

La periodista y aspirante presidencial es hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro y el mártir de las libertades públicas, Pedro Joaquín Chamorro.

Las citas en el Ministerio de Gobernación y el Ministerio Público, instituciones dominadas por el régimen, fueron la antesala a su inhibición política y pronta detención domiciliar de Chamorro Barrios.

El 20 de mayo de 2021, el Ministerio de Gobernación citó a la exdirectora de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro bajo el supuesto de que la organización que dirigió incumplió sus obligaciones y por inconsistencias en los Estados Financieros del período 2015 – 2019, en los que supuestamente se obtuvieron “claros indicios de lavado de dinero”.

Un día después, el 21 de mayo de 2021, fue citada por el Ministerio Público a una entrevista para responder una acusación por presunto lavado de dinero, bienes y activos en perjuicio del Estado nicaragüense y la sociedad.

“Aquí el único que tiene miedo es Daniel Ortega. Daniel Ortega le tiene miedo al pueblo de Nicaragua”, dijo Chamorro al salir del Ministerio Público con voz fuerte y convencida del cambio que necesita Nicaragua.

La influyente periodista es el recuerdo vivo de la derrota que sufrió Ortega en 1990 con el triunfo de su mamá Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997).

El 1 de junio de 2021 se inscribió en el proceso de selección de la Alianza Ciudadana que coordinaba el partido Ciudadanos por la Libertad, pero sus aspiraciones fueron cortadas por el régimen orteguista.

El 2 de junio de 2021 su casa, ubicada al sur de Managua, fue allanada por la Policía Nacional y conmutada a arresto domiciliario.

Se convirtió en la cuarta mujer presa política del régimen y de inmediato fue inhabilitada para participar en las elecciones generales.