La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo abrirá en los próximos días un centro de salud mental en el antiguo monasterio de las Hermanas Clarisas Franciscanas, en la comarca de Chiquilistagua, Managua. El edificio fue confiscado tras la expulsión arbitraria de la congregación religiosa, en una acción que forma parte del constante asedio del régimen contra la Iglesia católica.
El nuevo “Centro de Salud Mental Doctor Jacobo Marcos Frech” operará como una extensión del Hospital de Atención Psicosocial “Dr. José Dolores Fletes” y contará con servicios de psiquiatría, psicología, medicina natural y trabajo social. También dispondrá de áreas para laborterapia, intervención en crisis, cocina, baños, y 35 camas censables, según informó la directora del hospital, doctora María Mercedes Correa.
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Correa afirmó que el centro responde a una orientación directa del régimen y que busca “acercar la atención en salud mental” a la población. El centro lleva el nombre de Jacobo Marcos Frech, un psiquiatra nicaragüense identificado con el sandinismo.
La subdirectora docente del hospital, doctora Elda Jirón, agregó que el lugar también será un espacio de formación médica continua y análisis de casos clínicos. “Invitamos a la población a venir sin temor”, expresó.
Las Hermanas Clarisas Franciscanas fueron expulsadas del país la noche del 28 de enero de 2024, meses después de que la dictadura les cancelara su personería jurídica y confiscara sus propiedades. La congregación tenía presencia legal en Nicaragua desde 2004, y administraba conventos en Managua, Matagalpa y Chinandega.