Nicaragua dio un giro inesperado este viernes en su política exterior al reestablecer sus relaciones diplomáticas con China. Representantes de ambas naciones firmaron un comunicado conjunto en la ciudad de Tianjin, en el que acordaron “el reconocimiento mutuo y restablecer relaciones diplomáticas a nivel de embajadores”.
Laureano Ortega Murillo, hijo del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, firmaron el acuerdo en representación de Nicaragua, mientras que por China firmó su vicecanciller Ma Zhaoxu, según informó la Cadena Global de Televisión de China (CGTN) a través de sus redes sociales.
“Hoy es un día histórico. El restablecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China corresponde plenamente con la voluntad y los intereses fundamentales del pueblo de Nicaragua”, expresó durante el acto, Ortega Murillo, quien es asesor presidencial y promotor de inversiones.
Ruptura tras 31 años de relaciones entre Nicaragua y Taiwán
El nuevo inicio de las relaciones diplomáticas de Nicaragua con China se da a solo unas horas de que el canciller Denis Moncada anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Taiwán, tras 31 años de cooperación bilateral con la isla.
“El Gobierno de la República de Nicaragua rompe a partir de hoy las relaciones diplomáticas con Taiwán y deja de tener cualquier contacto o relación oficial”, dijo Moncada el jueves en rueda de prensa.
La decisión fue criticada por Taiwán: «Una larga amistad y una exitosa cooperación que beneficiaba a ambos pueblos fueron despreciados por el Gobierno de Ortega. Taiwán se mantiene indomable y continuará siendo una fuerza para el bien en el mundo», publicó la Cancillería taiwanesa en su cuenta de Twitter.
EE. UU. también rechazó la decisión de Managua
“El régimen Ortega-Murillo continúa tomando decisiones egoístas a expensas del pueblo nicaragüense, que corre el riesgo de sufrir la pérdida de un socio democrático y confiable en Taiwán. Exhortamos a la comunidad internacional a continuar fortaleciendo sus relaciones con Taiwán”, escribió en su cuenta de Twitter el subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols.
¿Por qué el Gobierno de Nicaragua tomó la decisión?
Desde que Daniel Ortega regresó al poder en 2007 las relaciones de su Gobierno con Taiwán fueron fructíferas, según explican analistas consultados por la Voz de América. Los informes del estatal Banco Central de Nicaragua indican que solo en 2020, Taiwán donó al país centroamericano 28 millones de dólares, convirtiéndose en el principal donante bilateral.
“Realmente uno de los soportes financieros del régimen fue Taiwán durante los últimos 36 meses. Esta es la respuesta que le da el régimen a quien le tendió la mano durante mucho tiempo, incluso ayudándole a la Policía Nacional”, dijo a la VOA el exdiputado nicaragüense y analista político Eliseo Núñez.
De igual forma, el exdiplomático costarricense y analista político Ricardo Lizano considera que los intereses del Gobierno de Daniel Ortega con las relaciones diplomáticas que mantenía con Taiwán, siempre fueron de orden económico.
“Pareciera un acto de descortesía o de descaro haberse aprovechado de las relaciones con Taiwán para obtener cuantiosas sumas de dinero”, expresó Lizano a la VOA.
Núñez sostiene que la decisión de Ortega de poner fin a su relación con Taiwán es en respuesta a la postura de la isla frente a las cuestionadas elecciones del 7 de noviembre, en las que él y Murillo fueron declarados ganadores por el Consejo Supremo Electoral. “Ortega le pidió a Taiwán que reconociera las elecciones y no lo hizo”, dijo Núñez.
Justamente porque la mayoría de los países de América y Europa desconocen los resultados electorales en Nicaragua, es lo que lleva a pensar a Ricardo Lizano que el restablecimiento de relaciones diplomáticas con China tiene un propósito específico.
“Parece una demostración oportuna para romper de alguna manera el aislamiento internacional en que está sometida Nicaragua por su gobierno dictatorial”, expresó.
Relaciones con China son comunes en Centroamérica
Si bien es cierto que la presencia de China en América Latina preocupa a Estados Unidos y Europa, algunos vecinos de Nicaragua en América Central también han roto relaciones con Taiwán y las han reestablecido con China.
“Las relaciones que acaba de cortar Nicaragua con Taiwán y reestablecerlas con China no es nada nuevo en Centroamérica, lo hemos visto con Costa Rica y Panamá”, recordó el economista y analista Daniel Suchar. “China tiene una gran presencia en Latinoamérica y tiene una buena porción en su relación comercial con muchos de los países de Latinoamérica”, agregó.
“El país asiático es el país más poblado del mundo, es el mayor proveedor del planeta y tiene una presencia muy importante en el G20. Entonces hay una especie de fortaleza que tiene China para poder establecer algún tipo de golpe en la mesa y poder decirles a los gobiernos: ‘Estoy contigo más no podés estar con Taiwán”, explicó Suchar.
Ricardo Lizano, quien fue embajador de Costa Rica en Venezuela y ministro consejero de la delegación costarricense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), considera que los pocos países de Latinoamérica que mantienen vínculos con Taiwán, terminarán reestableciendo sus relaciones con China.
“China entra en el juego político, tiene presencia en Costa Rica, Panamá y muchos países del mundo que la reconocen como tal, pero además está en un enfrentamiento con Estados Unidos y no oculta sus ambiciones económicas en todo el mundo”, manifestó Lizano.
Nicaragua entra en el bloque contra hegemónico
Aunque muchos ciudadanos consideran que el giro de la política exterior de Nicaragua los tomó por sorpresa, el director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz de Colombia, Néstor Rosania, explicó a la VOA que la decisión de Ortega es parte de una supuesta estrategia planeada por Rusia, China, Irán, Corea del Norte y Venezuela, países que integran el bloque contra hegemónico que desafía a Estados Unidos y sus aliados.
Rosania argumenta que Venezuela es el país de América encargado de sumar a más naciones al denominado bloque contra hegemónico.
“Venezuela como país núcleo generó un sistema de alianzas a través de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América (ALBA) y Nicaragua forma parte de ese sistema de alianzas cercano a Venezuela, y que tiene una fluida relación con los demás países del bloque contra hegemónico”, puntualizó.
Eliseo Núñez asegura que Ortega busca respaldo internacional y en consecuencia “mete a Nicaragua dentro del conflicto entre potencias, entre Estados Unidos y China, y ya lo había metido entre Estados Unidos y Rusia. La estrategia de Ortega es meter a Nicaragua en un campo de la lucha geopolítica para buscar protección tanto con los rusos, como con los chinos”.
¿Mejorará la economía de Nicaragua con ayuda China?
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la China ha generado expectativas entre economistas, quienes hablan sobre la posibilidad de que mejoren las condiciones de Nicaragua. Según el Banco Mundial, Nicaragua está entre los tres países más pobres de América Latina.
“Si bien el Gobierno chino ha sido tildado de ‘socialista’ y que ha logrado expandir esa ideología por el mundo y se ha acercado a países con esa misma ideología, sabemos que, desde el punto de vista económico es netamente capitalista. China es uno de los países más importantes del mundo”, expresa el economista Daniel Suchar.
Sin embargo, Eliseo Núñez, quien formó parte de la Comisión Económica de la Asamblea Nacional de Nicaragua entre los años 2012 y 2017, es más escéptico porque considera que Estados Unidos seguirá siendo el principal socio comercial de Nicaragua por varias razones.
“Hay que dejar claro que Estados Unidos es nuestro mercado, no solamente por la cercanía, sino porque adicionalmente sus hábitos de consumo son similares a los que nosotros producimos. Nosotros no producimos cosas que sean del hábito del consumo de los chinos o de los rusos”, advirtió Núñez.
El exdiputado no duda del poder económico de China, pero sí de la capacidad de Nicaragua para lograr al corto o mediano plazo poder iniciar sus vínculos comerciales con el país asiático.
“Tenemos que vencer la distancia, vencer una serie de problemas logísticos, y una serie de problemas que tienen que ver con quiénes te compra allá, y quien te vende en Nicaragua, y todo eso requiere de años de trabajo, de años de relaciones comerciales y no lo tenemos con ninguno de estos países y sí se tiene con Estados Unidos”, concluyó.
Nota de VOA.