Cardenal Leopoldo Brenes llama a orar por la paz en Ucrania

El Cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, llamó a orar para que pronto Ucrania vea florecer la fraternidad y supere las heridas, los miedos y las divisiones.

El Cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, dio inicio a las celebraciones y ejercicios espirituales de cuaresma invitando a los nicaragüenses a orar por la paz de Ucrania.

La invitación al rezo se da en la ocasión de la Jornada de ayuno y oración por la paz, que la Iglesia celebró ayer Miércoles de Ceniza.

Brenes propuso a los fieles una oración compartida por el papa Francisco para invocar el don de la paz en Ucrania y en todo el mundo.
La oración es una plegaria que destaca la frase ¡Nunca más la guerra! ¡La guerra destruye todo!

También invita a los feligreses a construir la paz y a buscar opciones de diálogo.

«Te pedimos hoy por la paz en Ucrania, que sufre un dramático momento de tensión, que todas las iniciativas políticas estén al servicio de la fraternidad humana y no de los intereses partidistas», dijo Brenes.

El Cardenal de Nicaragua dijo que pronto Ucrania vea florecer la fraternidad y supere las heridas, los miedos y las divisiones.

Brenes dijo que la situación afecta a Europa y al mundo.

El pasado 23 de febrero, el Papa Francisco lamentó el “empeoramiento de la situación en Ucrania” y convocó a todos a realizar una jornada extraordinaria de ayuno y oración por la paz este 2 de marzo, Miércoles de Ceniza.

Al finalizar la Audiencia General que se realizó en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa dijo: “Tengo un gran dolor en mi corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania”.

“A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas, se abren escenarios cada vez más alarmantes. Como yo, muchas personas de todo el mundo sienten angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos se ve amenazada por intereses partidistas”, afirmó el Papa.

En esta línea, el Pontífice lanzó un llamado “a los responsables políticos para que examinen seriamente su conciencia ante Dios, que es el Dios de la paz y no de la guerra; que es el Padre de todos, no solo de algunos, que quiere que seamos hermanos y no enemigos”.

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