El Gobierno de Argentina se unió a los 25 miembros que firmaron en la Organización de Estados Americanos (OEA) a favor de la resolución que condena los resultados de las elecciones en Nicaragua.
El voto representó un cambio de político tras un discurso que, días anteriores, saludaba la victoria del presidente Daniel Ortega.
El representante diplomático de la Argentina, el vicecanciller, Pablo Tettamanti, incluso pidió que se realice una “evaluación colectiva inmediata” en el Consejo Permanente en la OEA para seguir el tema nicaragüense.
«Hemos acompañado el actual proyecto de resolución, con la convicción, la esperanza y la voluntad política de seguir trabajando a favor del diálogo y la solución pacífica de nuestras diferencias, en verdadero beneficio de nuestros pueblos», señaló Tettamanti.
Cabe destacar que el Consejo Supremo Electoral de Nicaragua (CSE) dio por ganador a Daniel Ortega, reelegido con el 74,99 % de los votos en los comicios generales.
El observatorio independiente Urnas Abiertas calculó que entre el 79 % y 84 % de los nicaragüenses se abstuvo de participar en los comicios presidenciales. Aunque el CSE dijo que en las elecciones de 2021 hubo una participación del 65,34 %.
El 9 de noviembre, el Gobierno de Argentina, presidido por Alberto Fernández, tuvo una reacción a favor de Ortega, llamando a los gobiernos a respetar la diversidad ideológica y la participación cívica sin proscripciones, reconocimiento los resultados de las elecciones de Nicaragua, con un comunicado con un lenguaje un poco ambiguo.
Pero el 11 de noviembre, desde el inicio de la Asamblea de la OEA hubo un cambio rotundo en el discurso político de la diplomacia argentina.
Después de la primera sesión de la Asamblea General de la OEA, el canciller Santiago Cafiero explicó en una conferencia de prensa, la posición argentina ante Nicaragua, tras las elecciones en las que resultó vencedor Daniel Ortega.
Aunque Cafiero dijo que debe haber un respeto a no intervención, promoción del diálogo también señaló que en una democracia no deben haber presos políticos, una situación que denuncia en Nicaragua, dado que hay 7 precandidatos presos, así como una lista de activistas, estudiantes, campesinos y empresarios.
“El respeto a la no intervención acompañada por el diálogo entre nuestros gobiernos no puede ignorar la violación de los derechos humanos, en particular los derechos políticos en un contexto de elecciones, donde las proscripciones y los presos políticos no tienen lugar”, declaró el funcionario.
Después de las declaraciones del canciller, la portavoz de la Presidencia de Argentina, Gabriela Cerruti, en conferencia de prensa en Casa de Gobierno fue rotundamente clara con la posición con respecto a Nicaragua.
«La Cancillería ya lo ha expresado y lo reiteramos: la Argentina cuestiona el proceso electoral en Nicaragua porque entiende que no hay democracia limpia con presos políticos y con proscripciones», dijo.
En este sentido, agregó: «La Argentina denuncia la violación a los derechos humanos en Nicaragua, como lo ha hecho acompañando los informes de Michelle Bachelet en la ONU y, en ese sentido, va a llevar adelante la postura histórica de la Argentina de acompañar y cooperar, que asimismo es lo que dice la carta de la OEA, acompañar y cooperar para que el pueblo nicaragüense pueda salir de la situación en la cual está viviendo».
Hasta el momento, 40 países dicen desconocer los resultados de las elecciones en Nicaragua y 5 naciones aceptan los resultados.
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Entre los países, cuyos representantes señalan que las elecciones de Nicaragua son ilegítimas destacan las 27 naciones que conforman el bloque de la Unión Europea, sumándole Estados Unidos, Reino Unido, Uruguay, Canadá, Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Panamá, Costa Rica, República Dominicana y Guatemala.
Por otro lado, los países que dijeron apoyar los resultados que permiten la reelección de Ortega está Rusia, Venezuela, Cuba y Bolivia.
