Nicas que emigran hacen un gran esfuerzo para seguir enviando remesas a sus familias

* Según el Banco Central de Nicaragua hasta agosto de este año el país recibió US$1,186 millones en remesas

Redacción IP Nicaragua

A finales de 2018, en octubre, Verónica Reyes, una profesional graduada en Nicaragua, tomó la decisión de emigrar a España, lugar donde actualmente trabaja en una cafetería.

Con el salario que devenga, Reyes envía mensualmente 250 euros a su mamá que vive en Managua, es decir aproximadamente 295 dólares, que sirven para solventar pagos y comprar alimentos.

“Envío 250 euros, lo ocupan para pagar luz que son 2,600 córdobas  que sale casi siempre, porque va incluido un arreglo de pago, agua 500, el seguro de mi mamá 1,300, y el resto para la comida y deudas que solventan”, mencionó Reyes.

En los meses de confinamiento debido a la pandemia de la covid-19, Reyes tuvo que disminuir la remesa que envía mensualmente, debido a que estuvo tres meses sin salir a trabajar.

“En los primeros dos meses disminuyó, usualmente mando 250 euros mensual, pero en esos dos meses mandaba 150 euros (175 dólares), pero porque recibía el paro, que es un porcentaje de tu salario que te da el Estado por razones determinadas, sino hubiera tenido ese ingreso seguro hubiera enviado 50 euros o nada”, señala Reyes.

Situación se agrava

En el tercer mes de su confinamiento, Reyes tuvo que desembolsar más dinero para enviar a su familia, debido a que su hermano se enfermó y tuvo que asumir el costo de su tratamiento.

“Aparte de lo que mandaba 150 euros, sumé 200 euros (234 dólares)  más para la enfermedad de él, y eso que fue a un médico que no era caro y ese dinero no fue suficiente para cubrir todos los gastos de su enfermedad, fue una ayuda. Yo pude mandar en tiempos de pandemia, porque tenía ahorrado un poco, pero eso me dejo limitada”, recuerda la nicaragüense.

Nicaragua vive su tercer año de recesión económica y aunque el dinero que envía Reyes sirve para solventar los gastos de los servicios básicos y de alimentación, reconoce que es poco ante la inmensa necesidad que enfrenta la familia.

“En mi casa ya mi padres no trabajan, subsisten de la ventecita que tienen, porque desde abril 2018 el trabajo de mi papá, que es mariachi, es ocasional y cada vez menos lo buscan, entonces la cosa es más fregada”, señala.

En su casa, habitan seis personas -un primo, su abuela, un hermano, una sobrina, su mamá y su papá- de ellos solo dos tienen ingresos a través de su trabajo.

“Mi hermano no aporta, porque tiene su familia en Teustepe y gana siete mil córdobas al mes, con dos hijos uno de 2 años que la leche que bebe es especial y la otra niña tiene 9 años, que es la que vive en mi casa y que la está criando mi mamá, la cosa es que mi primo aporta, pero no es algo fijo. Al final mi mamá es la que tiene que garantizar la comida”, afirma la joven.

Las remesas

Al igual que Reyes, muchos nicaragüenses han tenido que emigrar a otros países como Costa Rica, Estados Unidos, Canadá o Panamá, donde cada día luchan para poder enviar remesas a su familia.

Las remesas siguen siendo uno de los pilares que muestran un comportamiento positivo en 2020, pero la economía del país sigue arrastrando las consecuencias de la crisis sociopolítica y de la pandemia de covid-19.

Según el Banco Central de Nicaragua (BCN), las remesas familiares totalizaron US$1,186 millones hasta agosto de 2020.

Lo anterior significó un incremento interanual de 8.9% con respecto el mismo período de 2019, cuando los envíos de remesas sumaron US$1,088.3 millones.

De acuerdo con la última actualización del BCN, en agosto último los envíos fueron de US$163 millones.

Lo anterior representa un incremento equivalente a US$17.5 millones con respecto al mismo mes del año 2018 cuando los envíos sumaron US$145.5 millones.

“Muestran una evolución vinculada al entorno adverso internacional generada por la pandemia del covid-19, luego que en el mes abril se desaceleraran 9.1%”, señala el banco.

En enero de este año, el dinero que envían los nicaragüenses que se encuentran en el extranjero fue de US$139.2 millones, lo que representa US$15 millones más en ingresos, en comparación con el mismo mes de 2019 cuando el país recepcionó US$124.2 millones en remesas, señala el BCN.

En abril de este año, cuando las remesas alcanzaron US$122.2 millones, los envíos se desaceleraron ese mes, pero a partir de mayo, cuando sumó US$159.2 millones, empezaron a tener una ligera recuperación a la fecha.

Emisores de remesas

El principal emisor de remesas en el mes de agosto fue Estados Unidos (59.8%), seguido de Costa Rica (15.1 %) y España (14.3%), según el informe del Banco Central.

No obstante, también hay flujos provenientes de Panamá (3.9%) y  Canadá (1.2%).

“Las remesas procedentes de Estados Unidos registran un crecimiento interanual de 17.3%, las de España 21.7% y las de Canadá el 25.6%, mientras que las procedentes de Costa Rica y Panamá disminuyeron en 8.9% y 18.8%”, dice el informe del BCN.