Voz de América
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que una vacuna contra el coronavirus podría estar a tres o cuatro semanas de distancia, defendió su manejo de la crisis sanitaria y negó haberle negado importancia a la pandemia, en un evento organizado por George Stephanopoulos de ABC News, el martes por la noche en Filadelfia, Pensilvania.
Los comentarios de Trump llegan dos semanas antes de que se enfrente al candidato demócrata Joe Biden en el primer debate presidencial, de cara a las elecciones de noviembre.
«Estamos muy cerca de tener una vacuna», dijo. «Si quiere saber la verdad, la administración anterior habría tardado quizás años en tener una vacuna debido a la FDA y todas las aprobaciones. Y estamos a pocas semanas de obtenerla (…) Podría ser tres semanas, cuatro semanas», afirmó.
A principios de este mes, el principal experto en enfermedades infecciosas de EE. UU., el doctor Anthony Fauci, dijo a CNN que la mayoría de los expertos creen que la vacuna estará lista para noviembre o diciembre. «Es concebible que pueda tenerlo para octubre, aunque no creo que sea probable».
Otros expertos estiman que una vacuna científicamente creíble no estará disponible hasta principios de 2021.
Trump defendió además la decisión de su gobierno de de imponer prohibiciones de viaje a China y Europa, argumentando que había salvado miles, si no millones, de vidas.
También defendió a los estadounidenses que han evitado las máscaras faciales y las pautas de distanciamiento social, y dijo que incluso expertos como Fauci habían cambiado sus puntos de vista sobre esas prácticas durante la crisis.
Cuestionado por un votante indeciso sobre por qué no promovió de manera más agresiva el uso de mascarillas para reducir el contagio de la enfermedad, Trump dijo que «hay personas que no creen que las mascarillas sean buenas».
Trump ha enfrentado críticas por realizar eventos de campaña a gran escala en Nevada y otros estados, eventos que su asesor Fauci ha descrito como «absolutamente» riesgosos.
Su rival demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, tildó la semana pasada a Trump de «negligente» en el cumplimiento del deber al lidiar con la pandemia, que ha costado millones de empleos.
Estados Unidos ha reportado casi 6,6 millones de casos de COVID-19, la enfermedad causada por el virus, el número más alto en todo el mundo, y casi 195.000 muertes. Eso representa el 20% de los casos en todo el mundo, aunque Estados Unidos tiene solo el 4% de la población mundial.
Trump sostiene que Estados Unidos tenía más casos porque hizo más pruebas que otros países.
Consultado por un asistente al evento acerca de la importancia que ha concedido a la pandemia que daña «de manera desproporcionada» a las familias de bajos ingresos y a las minorías, Trump respondió: «Bueno, sí, no le resté importancia. De hecho, de muchas maneras, le di demasiada importancia, en términos de acciones (…) «Mis acciones fueron muy fuertes (…) No intento ser deshonesto. No quiero que la gente entre en pánico».
Trump reiteró su opinión de que el virus desaparecerá de cualquier modo sin restar importancia a la vacuna.
«Desaparecería sin la vacuna (…) pero desaparecerá mucho más rápido con ella», dijo.
El primer debate demócrata será el próximo 29 de septiembre en Cleveland. En el evento de ABC News Trump dijo que cree que su trabajo rutinario es el mejor entrenamiento para sus tres enfrentamientos programados con Biden.
«Bueno, me preparo todos los días haciendo lo que hago», aseguró.