La «represión» y «ataques injustificados» a la oposición política y medios independientes de Nicaragua son muestra de que «Ortega, junto con la vicepresidenta Rosario Murillo, solo están interesados en prolongar su gobierno», dice un comunicado del Departamento de Estado.
Voz de América
Estados Unidos acusó el martes al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de haberse convertido en Anastasio Somoza, «el dictador contra el que luchó hace tanto tiempo», por su «redoblada represión» y «ataques injustificados» a la oposición política y a los medios independientes de la nación centroamericana.
En un comunicado, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, señaló: «A pesar del llamado de la comunidad internacional a celebrar elecciones libres y justas, Daniel Ortega está redoblando la represión y negándose a honrar las aspiraciones democráticas del pueblo nicaragüense».
Pompeo apunta a «los recientes ataques intensificados contra figuras de la oposición política y medios independientes en Nicaragua, incluido el uso de cobros de ingresos falsos para cerrar estudios y confiscar equipos», los cuales, dice, «demuestran que Ortega, junto con la vicepresidenta Rosario Murillo, solo están interesados en prolongar su gobierno».
En las últimas semanas, varios canales de televisión independientes de Nicaragua y empresarios en la oposición han denunciado cobros arbitrarios -que califican de «terrorismo fiscal»- y el embargo de equipos e incluso propiedades de los administradores, como es el caso más reciente del Canal 12, un medio privado crítico con Ortega que documentó las protestas de 2018 contra el gobierno nicaragüense, que según organizaciones de derechos humanos dejaron 328 muertos y cientos de detenidos.
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«Ortega se ha convertido en el dictador contra el que luchó hace tanto tiempo» continúa el comunicado del Departamento de Estado, mientras destaca que en esta semana en que los nicaragüenses conmemoran 199 años de independencia, las acciones de Ortega «recuerdan un período anterior oscuro en la historia de Nicaragua, cuando el asesinato de un periodista respetado mostró al mundo la naturaleza de la dictadura de Somoza».
Para EE.UU., Daniel Ortega «ha perdido legitimidad ante el pueblo nicaragüense y la comunidad internacional», al arremeter contra los críticos, encarcelar a activistas a favor de la democracia y pisotear los derechos humanos.