Redacción / IP Nicaragua
Los dueños de hoteles y restaurantes del Caribe Sur, ubicados en Laguna de Perlas y Bluefields, siguen lamentando que sus establecimientos están generando más pérdidas que ganancias en su operatividad, debido a que las visitas de los turistas han sido las más bajas en todos los años, confirmaron.
En el municipio de Laguna de Perlas habitan aproximadamente unos siete mil habitantes y en la zona se ubican al menos unos 16 hospedajes y hoteles que prestan el servicio a turistas, en su mayoría nacionales.
Los propietarios de estos negocios reportan múltiples gastos y mínima ganancia por sus servicios. La crisis que enfrenta el país, sumado a la pandemia del Covid-19 han sido detonantes fuertes en la poca rentabilidad de estos negocios.
“La población del Caribe depende de fuentes de ingreso como la pesca y ahora ante mayores dificultades de las remesas de familiares de los que trabajan y viven en el exterior del país”, explicó Ana María Fajardo, empresaria costeña de la etnia miskitu.
Esfuerzos para subsistir
Fajardo es propietaria del hotel Slima, que significa “Estrella” y confirma que debido a la realidad en el país se ha reinventado y tenido que implementar nuevas estrategias para atraer a turistas y seguir operando en la región del Caribe nicaragüense.
Baset Cayasso, propietario de dos hoteles en Bluefields de nombre Anabas, ha tratado de sobrellevar la situación que se generó desde la crisis sociopolítica que se registró en abril del 2018 en el país.
Aunque hizo un gran esfuerzo por mantener sus negocios abiertos la falta de turistas obligó al cierre de uno de los hoteles.
Anabas es un hotel ubicado en la parte céntrica de la ciudad con cinco pisos, 40 habitaciones y una inversión de más de 4 millones de dólares.
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“La situación está cada vez más difícil, en muchas ocasiones he pensado en cerrar, los costos son excesivos, energía, planilla para seis personas y gastos operativos que soporto por medio de remesas familiares, el hotel está produciendo quizá un 15 por ciento de lo que debería”, se lamentó Cayasso
El empresario y economista costeño Eddy Traña Baharet destacó que los años de crisis económica que arrastra Nicaragua desde hace años, más la reciente pandemia mundial, hizo que centenares de costeños se quedaran en la calle.
Esta situación ha dado paso a la creación de muchos negocios informales que se ubican en las áreas verdes y calles en busca de subsistencia por las pocas oportunidades en el país y la localidad. “Hay profesionales, talento y mano de obra calificada, pero no hay fuentes que generen empleo», reflexionó el economista.