MANAGUA — Las alternativas cada vez son menos. A medida que cierran los medios de comunicación en Nicaragua, los periodistas que se quedan sin trabajo no encuentran empleo en su profesión y tienen que buscar otras opciones para su subsistencia.
El último golpe para un grupo de periodistas en Managua ocurrió a un mes del allanamiento y detención del gerente general del diario La Prensa, Hugo Holmann.
La administración anunció un drástico recorte de personal. Algunas fuentes que hablaron bajo condición de anonimato informaron que se trataban de al menos 100 plazas. Incluyen periodistas, conductores, fotógrafos, editores y personal administrativo.
¿Cómo resurgir fuera del periodismo?
El periodista Edwin Vega, despedido la semana pasada, dijo a la Voz de América que ante este panorama hay que reinventarse.
“Buscar la manera de cómo resurgir con una alternativa que no precisamente tiene que ser de medios de comunicación”, afirmó.
Vega primero trabajaba en el diario Hoy, pero cuando este recortó personal, pasó a La Prensa. Ahora, le sucedió otra vez y quedó desempleado.
“Esto te afecta indudablemente (…) hasta la moral te puede afectar porque justo hablaba con mi esposa que el problema que nosotros tenemos es que no hay medios de comunicación a los que podamos llegar y dejar los papeles para poder competir”, manifestó.
El periodista explicó que la mayoría de los medios que quedan en el país son controlados por el gobierno del presidente Daniel Ortega, en donde estaría dispuesto a trabajar, pero sin restricciones, algo que considera “impensable”.
No hay prensa independiente
“Ahí no vas a poder cuestionar sobre las situaciones que están pasando. Por ejemplo, el tema de la pandemia, vos no vas a preguntarle al Ministerio de Salud que te dé el informe real de la situación de la pandemia porque ellos están tratando de ocultar las cifras, que en la actualidad es el pleito que ellos se tienen con los médicos independientes, con las cifras paralelas que hay”.
De acuerdo con Julio López, de la organización de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), el allanamiento de La Prensa no solamente afecta a los reporteros, sino a la ciudadanía en general, que cada vez tiene menos opciones para informarse.
“Es un impacto para el periodismo nicaragüense porque el allanamiento de La Prensa y la salida de circulación del diario impreso limita el acceso a la información a la ciudadanía nicaragüense, y eso es algo establecido en la Constitución. No solo se limita el acceso a la información, sino priva a la ciudadanía de recibir información confiable”, advierte.
Desde 2007 que Ortega retornó al poder, diversos medios tradicionales como radios, canales de televisión y periódicos han cerrado operaciones por varias causas como asfixia económica, censura, y persecución a sus directivos, según denuncias internacionales.
López considera que Ortega busca un periodismo que “sea propaganda política y no información”.
“Está en juego el apagón informativo de los medios tradicionales. La Prensa era el último diario escrito y uno de los pocos medios de comunicación en formato tradicional que quedan. Ortega quiere terminar el apagón informativo en todo el país que se prometió tras su llegada al poder”.
La Voz de América