- Petroleras elevan precios de combustible a su antojo porque nadie las regula desde el año 1999, recuerda una especialista en energía e hidrocarburos.
Redacción/ IP Nicaragua
Los nicaragüenses serán castigados en Semana Santa con los precios de combustibles más caros de todo Centroamérica, de continuar la imparable ola alcista que se ha repetido durante 18 semanas consecutivas en este 2021.
Las petroleras que se benefician con la importación de petróleo para convertirlo en combustible, tienen toda la libertad de fijar los precios a su antojo porque, desde el año 1999 el ex presidente Arnoldo Alemán, eliminó el esquema de regulación de los márgenes de ganancias a estas empresas, quedando con luz verde de fijar el precio que quieran.
“En Nicaragua debería retomarse el esquema de control a las petroleras. Es algo que varios países de Latinoamérica lo vienen haciendo, y no debe verse como un ataque a la empresa privada porque los servicios básicos a la población se deben regular, de lo contrario ocurre como aquí, que se disparan”, expresó la ingeniera Patricia Rodríguez, especialista en temas de energía e hidrocarburos.
Rodríguez considera que haber liberado ese esquema de regulación a las petroleras fue un grave error, no solo por las alzas continuas que vivimos hoy en día, sino porque afecta directamente al transporte, el cual siempre ha sido un bien básico para la población.
“Los precios del combustible deberían ser regulados, así como el INE regula los precios del gas licuado, porque estamos viendo que el petróleo es vulnerable, es un producto geopolítico y lamentablemente se comporta como un cartel y nos afecta a nosotros cualquier discusión o pleito entre poderosos, por eso necesitamos se regulen sus precios para suplir necesidades básicas como el transporte, sea colectivo o particular”, explicó la especialista.
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El alza incontenible del precio de los combustibles ha ocasionado alzas arbitrarias en el costo del pasaje inter municipal, según denuncias de pasajeros, sin que hasta ahora el Ministerio de Transporte de Infraestructura (MTI), se haya pronunciado al respecto.
El único pasaje que se mantiene inalterable es el del transporte urbano en Managua, que desde hace siete años los usuarios pagan C$2.50 (Dos córdobas con cincuenta centavos).
Transporte y alimentos más caros
“Pero de qué sirve tener el pasaje más barato del transporte público urbano, si los pasajes para salir de Managua están cada vez más caros”, se quejó la profesora María Quiroz, quien se dirigía de Managua a Masaya.
La educadora agregó que “en los mercados los productos perecederos como el queso, las verduras, los granos básicos, cada semana suben de precio, y dicen los comerciantes que es por culpa del aumento del combustible”, expresó.
Según la especialista en energía, la idea de retomar el control y regulación a los márgenes de ganancias de las petroleras, no debería aguardarse para ser usada con fines electorales, durante las elecciones presidenciales programadas para noviembre del 2021.
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“Lo importante es que ni este gobierno, ni nadie, trate de retomar esta idea de regular los precios de los combustibles como parte de una campaña electoral”, indicó Rodríguez.
La ingeniera considera que una regulación a las petroleras debería mantenerse en el tiempo “hasta que nos volvamos a la movilidad eléctrica, siempre y cuando provenga de una matriz renovable, cosa que en Nicaragua estamos lejos de tener, pero países como Costa Rica ya están implementando acciones en este sentido”.
Hace 10 meses Alfonso Guillén, residente en un barrio del Oriente de Managua, relató que en mayo del año pasado llenaba el tanque de combustible de su vehículo con 750 córdobas de gasolina súper.
Sin embargo, asegura que en la actualidad debe desembolsar un poco más de 1,300 córdobas, es decir que en menos de 10 meses, su gasto en combustible se ha incrementado en más del 70 por ciento.
Alzas superan sus propios récords
“Esta será la peor Semana Santa en la historia que tendremos los nicaragüenses porque la movilidad de las familias se ve afectada con estos precios de infarto de los combustibles”, indicó Guillén.
Las estadísticas oficiales indican que la última vez que los combustibles mantuvieron más de diez semanas consecutivas de incrementos fue en febrero, marzo y abril de 2019.
En ese período, luego de 12 semanas seguidas de aumento, el precio máximo del litro de gasolina súper llegó a costar 35.68 córdobas; la regular 34.68 córdobas; y el del diésel 30.17 córdobas.
Hoy en día, ya son 18 semanas de alzas sin freno, y los actuales precios son los más altos en la historia del país, alcanzando la gasolina súper un precio de 36.53 córdobas el litro, la regular 35.75 córdobas por litro y el diésel 30.68 córdobas por litro.
Cabe señalar que estos precios corresponden a las estaciones de servicio en Managua, mientras que en los otros departamentos y regiones del país los precios son aún más altos, pues las petroleras les suman el costo de transporte y distribución, así como otros gastos.
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El barril de petróleo de Texas o WTI, que se usa de referencia para Nicaragua, ha subido en lo que va del año hasta los 60 dólares. Sin embargo, hasta finales de octubre pasado, el precio promedio del WTI rondó los 38.20 dólares por barril.
“Mientras en todo el mundo bajaron los precios de los combustibles el año pasado por varios meses, por efecto de la pandemia, debido a que el precio del petróleo se llegó a ofertar en valores negativos, acá en Nicaragua solamente bajaron esos precios dos meses. Fue muy poco tiempo y poco el monto de la disminución. Aquí han mantenido los precios demasiado altos”, aseguró Rodríguez.