*Tres laboratorios son los más avanzados en el proyecto de la vacuna, de un total de 140 que, según la OMS, están en desarrollo.
REDACCIÓN / IP NICARAGUA
Las grandes potencias del mundo, China, Rusia, Estados Unidos y el bloque de naciones de la Unión Europea, se encuentran en una carrera contrarreloj para obtener la vacuna contra el coronavirus y cada quien quiere ser la primera en lograrlo, señala un reportaje del medio mexicano Sinembargo.
Aunque grandes farmacéuticas como Johnson & Johnson y GSK han adelantado que no buscan ganancias por ser un problema global, señala el artículo.
“Con la pandemia deberá permear la noción de que, en un mundo interconectado, los riesgos de salud no son exclusivos de ningún país. Por eso, la respuesta a uno de los más graves que hemos enfrentado nos atañe a todos. Hasta que todos estén protegidos, nadie está protegido”, dijo en entrevista a Sin embargo, Cristóbal Thompson, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
Previamente en la publicación cuatrimestral de la Asociación escribió que “algunos gobiernos han buscado asegurar un acceso prioritario a una futura vacuna para sus países. Es normal que los políticos piensen en proteger primero a los ciudadanos de los países que gobiernan, pero deben entender que esa protección pasa por buscar un acceso lo más amplio posible, poniendo como prioridad a los grupos más expuestos o más vulnerables a la enfermedad, así como a los países más afectados por la pandemia”.
Los más adelantados
Tanto la Universidad de Oxford (con la farmacéutica británica AstraZeneca) y la china Sinovac Biotech son los proyectos más adelantados al ir en la fase tres, cuando se evalúa la seguridad y eficacia de la vacuna en un número significativamente grande de personas, en específico, la población clave.
La fase cuatro y última es la aprobación y licencia. CanSino Biological/Beijing Institute of Biotechnology y la estadounidense Moderna/NIAID van en la fase dos, cuando se estudia la inocuidad, la inmunogenicidad, la dosis propuesta, el programa de inmunización y el método de entrega. Moderna estima iniciar la fase tres a finales de julio.
Aún no registrado por la OMS, el gobierno de Emiratos Árabes Unidos anunció esta semana que ha iniciado la tercera fase de las pruebas clínicas de dos vacunas contra el coronavirus que investiga en colaboración con China, un proceso para el que cuentan con más de 15 mil voluntarios.
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“El tiempo promedio para desarrollar una vacuna es de más de 10 años; ahora estamos hablando de 18 a 24 meses. Pero, en última instancia, garantizar el acceso global a las terapias covid-19 requerirá un aumento masivo de la producción de vacunas”, dimensionó Thompson, Director ejecutivo de AMIIF.
Un grupo de 130 científicos, donantes y fabricantes, principalmente de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y China, se comprometieron a trabajar junto con la OMS para acelerar el desarrollo de una vacuna contra la covid-19, pero advirtieron que “lleva tiempo desarrollar una vacuna para uso general”.
Mientras, Gavi, la Alianza para las vacunas, integrada por la UNICEF, el Banco Mundial, gobiernos y farmacéuticas, está poniendo en marcha mecanismos para que países de ingresos bajos y medios tengan acceso a una futura vacuna contra la covid-19.
Y desde el 24 de abril las empresas miembros de la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas, de la que AMIIF es miembro, se unieron al “Acelerador de acceso a las herramientas contra covid-19” de la OMS para entregar 2 mil millones de dosis de la vacuna en todo el mundo a finales de 2021, reconociendo que somos 7 mil millones de habitantes.
“La forma de limitar la duración y la mortalidad de esta pandemia es enfocarse en las personas que corren el mayor riesgo de contraer, transmitir y morir de covid-19. Pero ese riesgo es un cálculo que involucra múltiples variables, no solo la profesión, la edad o el estado de salud”, planteó Thompson de AMIIF.
Aunque la Organización Mundial de la Salud proporcionará orientación, dependerá de cada país decidir cómo distribuir las vacunas entre sus poblaciones.
Sin una vacuna, es poco probable que podamos retomar la vida cotidiana como era antes del brote. Pero hallarla implica acortar los tiempos para desarrollarla y asegurarse de que sea segura y efectiva, producir las dosis suficientes y, que al igual que otros medicamentos innovadores, llegue a México, expuso la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) en el artículo “La carrera colaborativa por la vacuna contra el covid-19”, carrera que probablemente llegue a su meta en 2021 según el avance de las candidatas.
Foto portada: Pixabay.