«Dale una mano a tu hermano», el proyecto que ayuda a nicas exiliados en Costa Rica

Diez jóvenes se organizaron para entregar mensualmente paquetes de alimentos y kit de higiene

Redacción / IP Nicaragua

Un grupo de diez jóvenes profesionales nicaragüenses exiliados en Costa Rica se organizaron en “Dale una mano a tu hermano”, una iniciativa para ayudar a otros compatriotas refugiados en el vecino país a través de la entrega mensual de paquetes de alimentos y kit de higiene.

Entre los jóvenes hay médicos, administradores de empresas, ingenieros industriales y profesionales de otras carreras que huyeron de la represión desatada por el régimen de Nicaragua en 2018 y lograron emplearse en el vecino país.

Ana Carolina Álvarez Gil, presidenta de esta organización, informó que inicialmente empezaron a recolectar víveres entre ellos mismos  y cada uno aportó de su salario una cuota fija mensual para la compra de productos alimenticios para apadrinar a los nicaragüenses en situaciones difíciles.

“Un día decidimos unir esfuerzos para redirigir los recursos que pudiéramos conseguir para el mayor número de familias y la iniciativa creció. Empezamos a recibir ayuda de otras personas que no eran de nuestro círculo y en marzo de 2020 le pusimos el nombre de “Dale una mano a tu hermano”, explicó a IP Nicaragua Álvarez Gil, presidenta de esta organización.

Ante la crisis humanitaria que estaban pasando muchos nicaragüenses que llegaron como refugiados y exiliados a Costa Rica a partir de la represión que el régimen de Ortega –Murillo desató contra las protestas cívicas que explotaron en abril de 2018, un grupo de jóvenes profesionales nicas que tuvieron la suerte de encontrar trabajo en ese hermano país, se organizaron para ayudar a sus compatriotas en su necesidad más urgente: su alimentación.

Nicas pasan “necesidades”

Cada paquete alimenticio que se entrega tiene un costo aproximado de 25 dólares. El paquete contiene productos básicos como arroz, frijoles, azúcar, leche en polvo, maicena, malteada en polvo, salsa inglesa, latas de atún, aceite para cocinar, galletas, tallarines, salsa de tomates, papel higiénico y otros productos para el hogar.

“Queremos cubrir la necesidad que tienen muchos migrantes que no tienen ni donde dormir y a partir de ahí apoyarles en facilitarles algunas herramientas para que ellos puedan buscar su reinserción laboral de forma segura y rápida”, explicó la presidenta de la organización.

Álvarez Gil es una abogada que conoció de cerca las dificultades de los exiliados en Costa Rica. A través de esta iniciativa logró contactar a decenas de ellos que están pasando “muchísimas necesidades”.

“Además de los víveres que recogemos todos los meses, algunas veces hemos podido conseguir fondos para dar  kits de higiene personal, otras veces útiles escolares y juguetes para los niños, pero el núcleo de la ayuda es la parte alimenticia, que estimamos puede durar alrededor de dos semanas, dependiendo del número de personas que tiene el núcleo familiar”, admite Álvarez Gil.

Pandemia causó problemas

En marzo de 2020, cuando se conoció del primer caso de covid-19 en Costa Rica, la situación económica se puso mucho más complicada, sobre todo para los migrantes nicaragüenses que “sufren tanta discriminación”.

A través de las redes sociales dieron a conocer su labor, y ahora son apoyados por extranjeros y nicaragüenses en el exterior. La iniciativa despertó una ola de solidaridad de todas partes del mundo, de donde empezaron a enviar pequeños donativos con los que logran comprar vivieres para continuar ayudando.

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La llegada de la pandemia retrasó de alguna manera el proyecto social de este grupo de amigos solidarios que piensan constituirse en una oenegés para tener mayor incidencia y establecer alianzas con empresas que puedan darle una mayor sostenibilidad en el tiempo

“Cada vez se vuelve más retador conseguir los fondos para reunir al menos el mínimo que a lo interno nos hemos planteado como meta, que es al menos ayudarle a 50 familias al mes, y la forma que hemos solucionado es que cada miembro del equipo aporte más de la cuota que nos hemos establecido”, enfatizó la presidenta de la organización.

Álvarez Gil explicó que dentro de sus planes está la construcción de un albergue.