Así impacta el cierre de medios de comunicación católicos en Nicaragua

#RedesDeNicaragua Desde 2018 hasta la fecha, al menos quince medios de comunicación católicos han sido clausurados en Nicaragua. Este es el panorama que se vive
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Redes de Nicaragua

«Juana» lloró el día que cerraron el medio de comunicación católico donde ella llevaba varios años trabajando. No fue una decisión del propietario, sino que la orden vino del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

«Fue un momento difícil, fue de melancolía junto con mis compañeros de trabajo. Creo que ya no éramos compañeros de trabajo, éramos una familia, lloramos, hubo momentos que no había palabras o cómo explicar, porque la verdad nos sentíamos así como a la deriva, en la soledad», dijo en entrevista.

En agosto de 2022, el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) cerró 12 medios de comunicación asociados a la Iglesia católica a pesar de que tenían toda la documentación legal requerida para operar.

El Canal Católico de Nicaragua, Canal 51, y TV Merced de Matagalpa están entre los principales medio que cerraron operaciones.

Además, Radio Hermanos, Radio Nuestra Señora de Lourdes, Radio Nuestra Señora de Fátima, Radio Monte Carmelo y Radio San José, que operaban en municipios del norte de Nicaragua también cerraron.

En la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) cerró Radio Católica de Waslala y en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACCS) clausuraron Radio Católica de Bluefields.

Según la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) unos 56 medios de comunicación fueron cerrados por el régimen.

El impacto del cierre de medios católicos

La familia de «Juana», integrada por tres personas, solo dependía de ese ingreso económico.

El cierre del medio de comunicación donde laboraba, perteneciente a la Iglesia católica, afectó al menos 12 familias nicaragüenses.

«Juana» actualmente está desempleada, pero recibe ayuda de su familia. «Debido a la situación que vive nuestro país no es fácil encontrar un trabajo, un medio para subsistir y creo que hemos estado viviendo la misericordia del Señor», dice.

El cierre de los medios religiosos deja también un vacío en la evangelización y muchas personas no pueden escuchar la palabra de Dios.

«La función de los medios es llevar la evangelización y es muy triste saber que muchas personas enfermas, que no podían ir a una iglesia, que no se podían reunirse en un lugar para escuchar la palabra de Dios, lo podían hacer a través de estos medios y a esas personas también se les quitó ese derecho de escuchar la palabra del Señor», asegura.

Como católica, «Juana» guarda la esperanza de volver a ejercer en un medio de comunicación.

«El cierre de medios de comunicación religiosos en Nicaragua no solo ha afectado al personal que colaboramos».

Medios de la Diócesis de Matagalpa clausurados

También se dio la orden de clausurar los medios de comunicación católicos, pertenecientes a la Diócesis de Matagalpa.

Algunas actividades y solemnidades se transmiten a través de Facebook o las páginas de algunas parroquias, pero no hay una labor organizada de comunicación como antes.

Manuel Obando Cortedano, quien era el encargado de estos medios, ya no está a cargo de la página de Facebook y su servicio en los medios de la diócesis terminó en diciembre cuando el régimen lo encarceló por su cercanía con monseñor Rolando Álvarez, preso político en Nicaragua.

Desde su propia cuenta de Facebook realiza publicaciones para recordar a la gente que deben orar por monseñor Álvarez. Publicar en Facebook desde Nicaragua se considera un delito, afirma.

Obando Cortedano reconoce el vacío que dejó el cierre de estos medios. Desde el destierro en Estados Unidos, el comunicador señala que la decisión tiene consecuencias en la gente que busca la palabra de Dios desde una radio, desde un canal de televisión y en algunos casos desde un perfil en Facebook.

«Es un impacto terrible, fuerte, porque hay muchos enfermos que escuchaban programas de oración, misas, programas de animación musicales a través de la radio y que ahora no lo pueden hacer», afirma Obando Cortedano.

Comunidades afectadas

Especialmente, considera que los más afectados con este cierre son las personas de las comunidades rurales, quienes no tienen acceso a internet.

«Yo pienso mucho en la gente de las comunidades rurales donde escuchan las radios en las frecuencias AM, FM, donde no hay acceso a internet muchas veces y ahora no tienen acceso a escuchar la misa de sus sacerdotes, la voz de su obispo y toda la programación que una radio católica emite», admite.

Aunque Cortedano no tiene un conteo de cuántas personas quedaron en el desempleo tras el cierre de medios, cree que son unas 4o solo en medios de la diócesis de Matagalpa, donde había ocho radios, dos canales de televisión.

Persecución religiosa en Nicaragua

Para Danny Ramírez Ayerdiz, secretario ejecutivo del Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (Calidh), el cierre de los medios de comunicación católicos en Nicaragua se da en el marco del ataque que está dirigiendo el régimen Ortega Murillo hacia la Iglesia.

Ramírez Ayerdiz dijo a IP Nicaragua que todos los ataques en contra de la Iglesia católica violan el artículo 7 del estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y se califican como persecución religiosa.

En Nicaragua la Iglesia sufre el despojo de sus propiedades, censura y violaciones a la libertad de expresión y de asociación, que son derechos fundamentales reconocidos en el derecho internacional.

«El cierre de los medios de comunicación de la Iglesia católica es una violación directa al derecho de la libertad de expresión y pensamiento», insiste.

«Es el medio por el cual los religiosos y la iglesia manifiesta su opinión sobre sus propios temas, por lo que hay una represión para que la Iglesia no se refiera más a sus asuntos de la fe, por lo que estas violaciones están directamente vinculadas a la violación de la libertad religiosa», manifestó Ramírez Ayerdiz.

Además, hay una violación a la libertad de prensa consagrada en la Constitución Política y a la libertad de informar y ser informado, que es un derecho constituyente del periodismo en Nicaragua.

«El régimen busca el doblegamiento moral de la población porque en un país mayormente católico ha sido prohibido de a asistir a las misas, de participar en procesiones, celebrar misa en los campos santos, lo que la dictadura busca es que no haya ningún tipo de manifestación pública», dijo el defensor.

Un ataque directo a la Iglesia católica está sancionado por el derecho penal internacional como persecución religiosa.

El papel de los medios de comunicación católicos

Obando Cortedano afirma que los medios católicos en el mundo sirven para evangelizar y acompañar a los enfermos, a los jóvenes, a los grupos y ministerios eclesiales.

A esos grupos se les imparte formación en temas de la fe a través de los medios para llevarles, en primer lugar, la palabra de Dios.

«Yo, por ejemplo, en Estados Unidos, no puedo ir a misa diaria, puedo ir cinco días a la semana y los demás días yo sintonizo misa a través de Facebook y sintonizo una misa desde Nicaragua», explica Obando Cortedano.

Como parte de su contribución, Obando Cortedano una vez a la semana hace un pódcast católico de formación a la gente para tratar de llenar el vacío que hay.

Infunden miedo a los católicos

Ramírez Ayerdiz señaló que el régimen trata de imponer el miedo a los feligreses católicos para que «rompan de una vez cualquier vínculo con la Iglesia y no asistan a los templos, que no haya relaciones con los líderes religiosos, que es muy importante para la fe católica».

«El nivel de perversidad que el Estado realiza en perjuicio de la Iglesia no solo debe verse desde una perspectiva del acto cometido, sino de lo que hay detrás del acto», afirma.

Desde 2018 hasta agosto 2023, la Iglesia católica de Nicaragua ha sufrido 667 ataques, según la investigadora y abogada Martha Patricia Molina.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en su informe Cierre de Espacio Cívico en Nicaragua,  registra que el cierre de 3,390 organizaciones, incluidas las de carácter religioso.