*El alcalde de Miami-Dade ordenó el cierre de restaurantes y gimnasios porcel incremento de los contagios.
REDACCIÓN / IP NICARAGUA
La situación empeora en Florida a medida que pasan las horas por los contagios de coronavirus. Según un reporte de la Agencia para la Administración de Atención Médica (AHCA), 43 hospitales en 21 condados ya han alcanzado su capacidad y no tendrían ni una cama disponible en las unidades de cuidados intensivos.
Los hospitales que ya no pueden atender a más pacientes están en los siguientes condados: Miami-Dade (que incluye la ciudad de Miami), Broward (que incluye Fort Lauderdale), Hillsborough (que incluye Tampa), Orange (que incluye Orlando).
Otros 32 hospitales muestran disponibilidad de camas de UCI al 10 por ciento o menos, según datos facilitados por la misma agencia.
Asimismo, 14 hospitales han alcanzado la capacidad de camas de hospital (que no son de cuidados intensivos) y otros 54 hospitales tienen el 10 por ciento o menos de camas disponibles.
Las autoridades del sur de la Florida están pidiendo a la población extremar todas las precauciones y cumplir con las normas del distanciamiento social y el uso de mascarillas.
El alcalde del condado de Miami-Dade, donde se están dando más casos, ordenó el cierre de restaurantes y gimnasios. Además, no se descarta endurecer las normas para evitar que siga creciendo la curva de contagios.
Denuncia por muerte de mujer
La familia de Hortensia Laurens denunció que en dos hospitales de Miami rechazaron darle atención a la mujer, que tenía coronavirus y murió a los pocos días.
Diego Fereira, su nieto, está convencido de que se podría haber hecho más para salvarla cuando ingresó el jueves en el Hospital Memorial Pembroke. Él y otros seres queridos pensaron que ella estaría a salvo esa noche, pero un médico le dio el alta aproximadamente a las 4:00 de la mañana.
El hombre explicó a la cadena Local 10 News que nadie notificó a su familia y la mujer se vio obligada a esperar en un banco fuera del hospital hasta las 6:00 de la mañana.
Fereira cuenta que su abuela estaba asustada y lo cierto es que tenía todas las razones para estarlo.
“Mi abuela podría haber sido una de esas personas que salieron del hospital sin problemas, sintiéndose mejor. Pero la enviaron a su casa, la sacaron”, dijo.
Como diabética que luchaba con la presión arterial alta era una persona vulnerable.
Fereira dijo que tenía fiebre y que tenía náuseas. El lunes ya tenía dificultades para respirar.
Los empleados del Memorial Healthcare System no pueden hacer comentarios al respecto.
El doctor Stanley Marks, director médico del sistema de salud pública, emitió un comunicado diciendo que, en general, el ingreso al hospital es una decisión impulsada por un médico.
“Se basa en muchos factores, incluidos los signos vitales y la presentación clínica en el momento en que los pacientes visitan la sala de emergencias”, comentó Marks.