¿Qué hace un alcalde en Nicaragua y hasta dónde llega su autoridad?

De acuerdo con la Ley de Nicaragua, las 153 alcaldías del país se eligen por medio del voto cada cuatro años y tienen independencia. Expertos señalan que hay otros entes del Estado que tienen más poder.

SAN JOSÉ, COSTA RICA —Días después de que empezaron las protestas sociales contra el presidente Daniel Ortega en abril de 2018, en la capital de ese país centroamericano se convocó a una reunión de emergencia y se dio una directriz: “Vamos con todo”, en referencia a la forma en que se respondería a los manifestantes.

La orden que intentaba apaciguar una Managua llena de plantones en las universidades y en las calles no habría salido de la alcaldesa Reyna Rueda, sino del secretario general de la Alcaldía capitalina, Fidel Moreno, dice a la Voz de América la exfuncionaria del Banco Central Ligia Gómez, quien se encontraba en ese lugar.

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Según Gómez, Moreno es una especie de “súper funcionario” a nivel interno de la alcaldía. Aparece en la televisión estatal dando declaraciones sobre hechos de la capital, visita a las familias de Managua cuando llueve y hay inundaciones, o cuando ocurren otros fenómenos naturales.

“Los alcaldes solo aparecían en eventos cosméticos y protocolarios”, dice Gómez. “Las órdenes que recibimos nosotros venían siempre de Fidel Moreno porque Fidel Moreno era quien hacía el papel de secretario político de la estructura principal del partido”.

El recuerdo, Gómez lo trae al presente para hablar sobre las elecciones municipales que se realizarán este domingo en Nicaragua y de las que dice que “se repetirá el patrón de las elecciones del año pasado” donde varios países tildaron el proceso como “fraudulento”, pero además por el poco poder representativo que indica tienen los alcaldes y vicealcaldes.

Elecciones para 153 alcaldías

En estas elecciones municipales se elegirán al menos a 153 alcaldes de todos los municipios del país, pero también concejales los cuales gobernarán por cuatro años

La Ley de Municipios de Nicaragua indica que estas autoridades tienen competencias para dirigir y presidir el gobierno local y lo representarán legalmente en cualquier instancia.

Y agrega que tienen autonomía para “regular y administrar bajo su propia responsabilidad” en provecho de sus pobladores, así mismo tendrán independencia para realizar “la gestión y disposición de sus propios recursos con plena autonomía”.

Pero en la práctica el poder de los alcaldes es limitado, aseguran algunos expertos en temas electorales, quienes indican que gran parte de estos son figuras “decorativas” y quienes en realidad tienen más peso son los secretarios políticos de cada municipio por medio de los llamados Consejos del Poder Ciudadanos (CPC).

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Un estudio realizado por Urnas Abiertas, una organización local de Nicaragua, reflejó que el papel de Moreno en la alcaldía de Managua, por ejemplo, ha sido superior a la de los tres alcaldes que han gobernado la comuna en este período.

De igual forma Urnas Abiertas destaca que el poder real es ejercido principalmente por los secretarios políticos del Frente Sandinista, quienes están al margen de la Ley.

“Los secretarios políticos además de concentrar poder y ejercerlo de manera autoritaria, se benefician y promueven la corrupción local a través de nepotismo y tráfico de influencias principalmente”, destacó un informe de Urnas Abiertas.

¿Quiénes son los CPC?

Los llamados Consejos del Poder Ciudadano (CPC) fueron conformados por la vocera del gobierno Rosario Murillo en el año 2007, tras el retorno al poder del presidente Daniel Ortega.

De acuerdo con la socióloga Elvira Cuadras, estos fueron organizados bajo el modelo político promovido por el gobierno de «democracia directa».

“Su propósito en ese entonces era el de funcionar como organizaciones de base ejecutoras de acciones gubernamentales en diferentes temas como salud, educación, seguridad, entre otras; además darle legitimidad a Ortega”, explica Cuadras.

Pero Cuadras rememora que estos rápidamente se convirtieron en aparatos de control social de la administración de Ortega, de tal manera que desde hace tiempo se han dedicado a la tarea de vigilar a personas consideradas de «interés» u opositoras.

Fue hasta en 2013 que los CPC fueron incluidos en el Código de la Familia con el nombre de “Gabinetes de la Familia y Vida”.

La vicepresidenta Rosario Murillo dijo en ese entonces que tendrían roles en todos los aspectos sociales. En la salud, educación, la protección ambiental, entre otras cosas.

“Cada gabinete elabora en base a su realidad, su propio calendario de reuniones semanales, talleres, capacitaciones, reflexiones, y todo lo que represente el fomento de valores cristianos, socialistas y solidarios, para prosperar desde el bien común”, dijo Murillo en relación a estos pequeños modelos.

Según la socióloga Cuadras, estos funcionan como aparatos de vigilancia y control” a la ciudadanía. “En cada época han tenido características diferentes y en la actualidad, como mencioné antes, tienen un papel importante en el sistema de vigilancia y control”.

Elvira Cuadras, socióloga nicaragüense. Foto VOA

Todo funciona para concentrar el poder, dice analista

El exdiputado liberal Eliseo Núñez asegura que en la administración de Ortega, que tilda de “dictatorial” , en realidad “nadie tiene el poder absoluto más que el mando central”.

Y menciona que los alcaldes entran dentro de esta lógica y los CPC también. Es decir, no hay un alcalde que no tenga quien lo controle, sea CPC, sea un secretario de organización o político; ni hay uno de estos CPC, secretarios políticos o de organización que no tengan otro tipo de control.

“En este caso, Rosario Murillo y Daniel Ortega son quienes mandan. Básicamente, el juego lo que permite es que nadie pueda tomar decisiones por sí mismo y que deban ser consultadas, y al final del día, la estructura de consultas está en dependencia. El caso de Managua aparenta ser el supervisor que tiene más poder de todos los que vemos. Sin embargo, tampoco tiene poder absoluto”, agrega.

“No es sólo que los alcaldes no tengan poder, sino que el poder se distribuye de tal forma que pueda controlar lo que es principalmente el poder central, que son Rosario y Daniel Ortega”.

De modo que los expertos señalan que lo único que podría esperarse de los comicios municipales es la distribución de las alcaldías.

En las elecciones municipales pasadas el oficialista Frente Sandinista obtuvo 141 de las 153 alcaldías.

“Prácticamente la decisión no se está tomando en las manos de la población, sino que es en manos de estos grupos de poder que han negociado cuotas”, concluye al respecto la exfuncionaria del Estado, Ligia Gómez.

Con información de la Voz de América

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