Jimmy Carter, el biólogo marino que se dedicó a la cocina en la Costa Caribe de Nicaragua

El chef aprendió de la gastronomía caribeña cuando tenía seis años, mientras acompañaba a su papá en el barco Bluefields Express donde trabajaba cocinando. Esta es su historia

Jimmy Carter se enamoró de la cocina viajando en el Bluefields Express, un barco de pasajeros que viajaba de Bluefields hacia El Rama.

El trayecto era largo y duraba unas 16 horas, debido a que era un barco lento, de madera y de vapor. No existían las pangas ni lanchas rápidas para moverse.

Su papá, Alan Carter, era el cocinero del barco y en ese entonces Jimmy Carter, lo acompañaba cuando no estaba estudiando, especialmente los fines de semana.

Carter nació el 10 de julio de 1970 en un barrio llamado Tres Cruces en Bluefields. Su papá lo ponía a amasar masa para hacer las tortillas de harina y poco a poco fue aprendiendo de la gastronomía caribeña.

Estuvo 13 años aproximadamente en ese barco, después su papá renunció y puso su negocio de comida rápida en el muelle de Bluefields.

Su plato favorito en las mañana era el plato tradicional de los ancestros de Bluefields: gallopinto con pan de coco, y una palometa frita, que es un pescado que tiene forma de barrilete de los que se elevan.

Carter aprendió a cocinar ese platillo porque en el barco servían desayuno, almuerzo y cena.

Jimmy Carter aprendió de la comida caribeña con solo seis años de edad. IP Nicaragua/Cortesía

Carter menciona que el grupo nacional Dimensión Costeña a través de la canción Bluefields Express rescató imágenes del barco. Carter recuerda que el barco en el que trabajó con su padre era de dos pisos y en los años 80 lo modificaron a un piso.

De Bluefields a Managua

Carter culminó su primaria en el colegio San Marcos y llegó hasta tercer año de la secundaria en el Instituto Cristóbal Colón ambas en Bluefields.

En 1986, año en que ya estaba la ley del servicio militar, su mamá le dio dos opciones para evitar este servicio: irse al seminario para ser sacerdote o estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua). «No tenía vocación de sacerdote, preferí estudiar y migré hacia la capital», cuenta.

Se graduó de la secundaria en Managua, y en esos años recuerda que gracias a que era bien aplicados en sus estudios, ayudó a un comandante en ese tiempo del Frente Sandinista y le enseñó a leer y a escribir, de esa manera cumplió por un año su servicio. En 1990 que doña Violeta Barrios de Chamorro ganó las elecciones presidenciales, Carter se casó con su novia y se regresaron a Bluefields.

El chef junto a su familia. Su esposa y cuatro hijas. IP Nicaragua/Cortesía

«Cuando estuve en Managua mientras estudiaba, también jugaba beisbol porque era mi deporte preferido y me daban 100 córdobas de ayuda porque era bueno», cuenta Carter.

Otro de los beneficios que Carter obtuvo por jugar beisbol era recibir doble ración de comida, algún pan extra, leche. «Era un lujo comer esto, era para que estuviéramos fuertes, nos decían», cuenta Carter.

Su faceta como docente

Cuando regresa a Bluefields su esposa estaba embarazada y Carter supo que debía trabajar para mantener a su familia. Era la primera de cuatro hijas.

Carter habló con el vicariato donde era sacerdote monseñor Pablo Smith y este le dio la oportunidad.

«Como siempre fui buen estudiante lo que me quedaba era dar clases y empecé impartiendo en tercer grado», recordó.

Luego, en 1991 cuando la primera universidad en Bluefields, la Bluefields Indian and Caribbean University (BICU), abrió sus puertas Carter no pudo ingresar por su trabajo.

En 1992, sin embargo, ingresó a la carrera para ser un maestro certificado y se gradúa. «Me hicieron un plan de estudio para sacar la carrera en un año y medio porque ya tenía bastante conocimiento en todas las materias».

De maestro a biólogo marino

En 1993 ingresó a la universidad y estudió durante cinco años Biología Marina, de la cual se graduó. «De 52 alumnos, solo cinco terminamos esa carrera», cuenta Carter.

En 1997 se va a trabajar en un crucero que viajaba a varios países del mundo. Ganaba 700 dólares, cuenta. En este trabajo explotó su experiencia con la gastronomía, inició como bartander y haciendo comida rápida.

«Me comencé a relacionar con los cocineros, con los chef del barco. En el mismo crucero me asignaron a un bar donde atendía a los jóvenes, también servíamos bufet a media noche y conocí todos los aperitivos que se hacían y tenía acceso donde estaban todos los cocineros y los chef y en mis tiempos libres aprendía nuevas recetas», rememora.

Agrega que en Puerto Vallarta, México, hizo muchas amistades y él los impresionaba con pescado a la Tipitapa, rondón y platos típicos de la Costa Caribe.

El chef estuvo durante 13 años de crucero en crucero, cada embarcación duraba 10 meses en alta mar, otras seis meses.

«Yo renuncié porque quería dedicarle más tiempo a mi familia y puse un restaurante a la par de mi casa, el Caribean Paradise, construí una piscina, y me quedé en Bluefields y estuvo abierto por nueve años y yo cocinaba», cuenta el chef.

Comida por delivery

Actualmente, Jimmy Carter, de 52 años, junto a su esposa, ofrece comida tradicional de la Costa Caribe y de otras especialidades por delivery, especialmente comida china por encargo.

«Ahorita estamos vendiendo comida china y por encargo entregamos mariscos, rondón o lo que el cliente quiera, tenemos un menú de ocho platos», dice el chef quien asegura que es el único que vende comida china en Bluefields.

En febrero de este año piensa inaugurar un restaurante en las inmediaciones del parque central de Bluefields llamado La Parrilla de Carter Mister Chef, donde ofrecerá comida rápida y los viernes, sábado y domingo habrá comida típica de la región como rondón.

Un libro de recetas tradicionales de la Costa Caribe

El chef está elaborando un libro «Rescate cultural gastronómico de recetas de la Costa Caribe» que contiene 28 recetas a base de leche de coco.

«Mi abuelita todo lo que cocinaba era con aceite de coco o a base de leche de coco, en aquellos tiempos nosotros no conocíamos todos estos aceites que hay ahora», relata Carter.

Este libro asegura que es como un hijo, aún no sabe cuándo lo publicará, pero espera que sea para mayo de este año.

«El objetivo es el rescate cultural de nuestros ancestros porque casi nadie hace estas recetas, pedís un rondón y no hay», dice.

En este libro incorporará recetas de los Miskitos, Rama, Creoles y de otras etnias que existen en la diversidad de la Costa Caribe de Nicaragua.