El Comité Internacional de la Cruz Roja tras salir de Nicaragua a pedido del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo reiteró su «disponibilidad para reanudar su diálogo y acción humanitaria» en el país centroamericano.
«La delegación regional del CICR para México y América Central reitera su disponibilidad para reanudar su diálogo y acción humanitaria en Nicaragua», refirió la organización en un comunicado.
En el comunicado, la organización recordó que fue autorizada en 2018 para “abrir una misión en el país” y que parte de su misión fue enfocada a visitar cárceles, sobre todo a los llamados presos políticos.
«Por pedido de las autoridades nicaragüenses, el CICR ha cerrado su oficina en Managua, terminando así su misión humanitaria en el país», señaló la delegación en un comunicado fechado el 18 de diciembre en la Ciudad de México.
La CICR es la única organización internacional que tendría acceso a visitas a los presos políticos en las diferentes cárceles de Nicaragua.
En marzo de 2022, el régimen Ortega Murillo expulsó del país al delegado del CICR en Nicaragua, Thomas Ess.
El organismo y el gobierno de Ortega firmaron en enero de 2019 un acuerdo para visitar a personas presas.
En Nicaragua, el CICR abrió su misión en 2018, el año de las protestas masivas reprimidas por la Policía Nacional y los paramilitares.
Las protestas en Nicaragua dejaron 355 personas asesinadas, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
«En enero de 2019 el CICR estableció una Misión permanente en Managua, y en marzo de ese mismo año el CICR y el gobierno de Nicaragua formalizaron un acuerdo para visitar a personas detenidas», puntualizan en el comunicado.
Ese año, el régimen abrió por primera vez las celdas de auxilio judicial conocidas como El Chipote, para que la recorrieran miembros de la CICR, quienes entrevistaron a un grupo de reos y también como parte de su misión visitaron el sistema penitenciario de mujeres y de hombres en Tipitapa.
La acción del CICR en Nicaragua se centró en tres grandes áreas de trabajo, principalmente en «apoyar a la Cruz Roja Nicaragüense para brindar servicios de Restablecimiento del Contacto entre Familiares y para fortalecer su labor humanitaria en favor de las personas más vulnerables».
Por otro lado, recordaron que tenían que «prevenir y atender consecuencias humanitarias de la privación de la libertad; y actividades de formación sobre el derecho internacional humanitario, el marco jurídico aplicable a las tareas en las que participan las fuerzas armadas y de seguridad, y el derecho internacional de los derechos humanos».
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