Desde niño, Abner Morales Coleman mostró interés por el arte y las matemáticas. En un momento de su vida consideró estudiar Arquitectura o Ingeniería Civil, pero ganó su gusto por las artes plásticas y en la actualidad su mayor sueño es organizar una exhibición en la ciudad de Nueva York.
El primer tema de interés de Morales Coleman en la pintura fue el retrato, mismo que continúa haciendo. El artista originario de la Costa Caribe Norte de Nicaragua empezó a participar continuamente en actividades culturales para darse a conocer.
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Morales Coleman también intentó estudiar Administración de Empresas para aprender a administrar su taller de pintura, pero no la culminó. «Empecé dibujando en las clases de las escuelas y a los 7 u 8 años, recuerdo que hice mi primer dibujo casi como sacado del libro», cuenta a IP Nicaragua.
Aprendió la pintura de manera gradual, pero siempre con la presión familiar de que debía estudiar alguna carrera profesional que le sirviera de sostén económico. «Yo de alguna manera sentía que la vocación era otra cosa, y ya era mayor de edad, y tuve la decisión de estar consciente de que me iba a dedicar a esto (la pintura)», dice el joven de 35 años.
Morales Coleman anhela exponer algún día en las galerías de Nueva York, Estados Unidos. «Yo puedo pintar paisajes, así como pinto retratos, puedo hacer ilustraciones, puedo ponerme frente al paisaje y retratarlo. Ahorita quiero hacer una especie de arquetipo, de pintura, de obra de arte, que me represente, que represente mi cultura», afirma.
Morales Coleman y su pasado como marinero
Antes de empezar en el arte trabajó un tiempo como marinero para obtener fondos y poder comprar los materiales necesarios para empezar a pintar. Sus primeros cuadros fueron los retratos de la gente en sus actividades cotidianas en las zona aledañas de Bilwi, donde él vivía.
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«Los retratos son complejos, porque hay que trabajar la psicología del retratado, entonces empecé por ahí, pero luego me di cuenta, conociendo otros artistas que llevan más trayectorias que yo, y fui metiéndome a las posibilidades del paisaje, bodegones, etcétera», explica.
Morales estudió por cuenta propia todo sobre la pintura, incluso hizo sus propios carboncillos a base de ramas de guayabas. «Cuando empecé a dibujar y a pintar, empecé dibujando con grafito y acuarela de pastillas de esas que son comerciales, que entre comillas son para niños. Pero yo empiezo a experimentar con diferentes tipos de papel, con diferentes tipos de gramaje, y me doy cuenta que el papel de la acuarela no es igual que el papel del dibujo», dice.
Se traslada a Managua
En la Costa Caribe formó parte del grupo de Mujeres Creativas, mismas que le permitieron estudiar un diplomado en gestión cultural. Desde hace 7 años, Morales vive en Managua, donde se le abrieron las puertas para participar en el Encuentro Nacional de Gestores Culturales y conocer a más galeristas.
«Desde entonces Marta Mejía Alberti, que era la directora de actividades culturales del Centro Cultural de España en Nicaragua, me contacta y me invita a participar de una actividad que era para hacer murales en Somoto, y eran varios artistas nicaragüenses y otros artistas extranjeros, españoles, que son muy famosos, que se llaman Buena Mezcla. Tuve esa experiencia previamente antes de venirme a vivir a Managua, y luego participé en otro taller sobre ilustración, y esa experiencia me hizo conocer a otros artistas, a otros diseñadores gráficos y a otra gente que trabaja con arte en Managua», explica Morales.
Imparte clases de pintura
Estando en Managua, también ha participado en exposiciones de su galería basada en la mitología miskita. Actualmente cuenta con más de mil pinturas de su autoría.
«También he participado en las ferias que se hacen anualmente en Banpro, en las exposiciones que ha hecho la Alianza Francesa, también en las exposiciones que ha hecho el Centro Cultural de España y Nicaragua y en las exposiciones del Centro Cultural Nicaragüense Norteamericano», señala.
Morales Coleman también imparte clases de pintura en el Centro de Estudios Musicales (CEM). El joven asegura que trabaja en una exposición personal que realizará en diciembre de este año en Granada.
Su sueño, asegura, «es pintar lo que yo he soñado pintar siempre, que es, por ejemplo, la temática de la mitología miskita, porque hay un montón de cosas que no están siendo aprovechadas, no están siendo representadas, por ejemplo, en la pintura», puntualiza.
