Wilmer Antonio González Méndez, de 32 años, fue a condenado a dos cadenas perpetuas por el asesinato de Diagnnie Dayiris Boniche, de 29 años, y su madre, Luz Maritza González, de 53, crimen ocurrido en Mulukukú, Caribe Norte del país.
González Méndez, se convirtió en el primer nicaragüense en ser condenado a doble prisión perpetua, luego que la jueza Distrito Especializada en Violencia de Siuna, Jazohara Zamora Rivera, lo encontró culpable por los asesinatos de madre e hija.
Además se le imputaron 20 años de cárcel por la violación agravada a la joven Dayiris Boniche y un año de prisión por portación ilegal de armas.
Los crímenes, que causaron conmoción en el país, ocurrieron el 21 de julio de 2021 en la finca San Jerónimo, ubicada en la comunidad Kuriwansito, una localidad del municipio de Mulukukú.
La finca era propiedad de Luz Maritza González y el autor de los delitos trabajaba como capataz.
Asesino de madre e hija se escondió por más de un año
Desde esa fecha, Wilmer González huyó de la justicia, incluso fue circulado por la Policía Internacional (Interpol).
Tras cometer el crimen, el 22 de julio de 2021, González Méndez fue visto en Siuna, cuando un taxi lo dejó en la terminal de buses de esta localidad. Hasta se pensó se había refugiado en Costa Rica.
El 6 de octubre de 2022,sin embargo, fue capturado en la casa de su cuñado en una comunidad de Rosita, en el Caribe Norte del país.
“No tengo fuerzas para expresar tanto dolor que embarga mi corazón, pero quiero agradecer a las autoridades de Nicaragua por su trabajo y dedicación en este trágico caso, que sé que ha conmovido no solo a Nicaragua, sino que trascendió fronteras”, dijo Lubiaka Boniche, familiar de las víctimas que tomó la palabra en la audiencia y pidió justicia.
Madre e hija era personas muy queridas en la localidad de Mulukukú.
