El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, condenó las elecciones “antidemocráticas de este domingo en Nicaragua y reiteró que Washington continuará imponiendo “sanciones” al Gobierno.
Blinken criticó, en un comunicado, que la «represión y manipulación electoral» por parte del Ejecutivo nicaragüense arrebataran cualquier «significado real» al voto del 7 de noviembre.
«Estados Unidos se une a otras democracias en la región y en todo el mundo en la condena de esta subversión de las normas democráticas», señaló Blinken.
El Consejo Supremo Electoral de Nicaragua (CSE) dio por ganador a Daniel Ortega, reelegido con el 74,99 % de los votos en los comicios generales.
El observatorio independiente Urnas Abiertas calculó que entre el 79 % y 84 % de los nicaragüenses se abstuvo de participar en los comicios presidenciales. Aunque el CSE dijo que en las elecciones de 2021 hubo una participación del 65,34 %.
El domingo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó de “pantomima” las elecciones presidenciales en Nicaragua celebradas el domingo y señaló al presidente Daniel Ortega de ser un “autócrata”.
«Lo que han orquestado hoy el presidente Daniel Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, es una pantomima electoral que ni es libre ni es justa, y ciertamente no democráticas”, señaló el mandatario en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
Hasta el momento, 38 países dicen desconocer los resultados de las elecciones en Nicaragua y 4 naciones aceptan los resultados.
Entre los países, cuyos representantes señalan que las elecciones de Nicaragua son ilegítimas destacan las 27 naciones que conforman el bloque de la Unión Europea, sumándole Estados Unidos, Reino Unido, Uruguay, Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Panamá, Costa Rica, República Dominicana y Guatemala.
Por otro lado, los países que dijeron apoyar los resultados que permiten la reelección de Ortega está Rusia, Venezuela, Cuba y Bolivia.
Así, con siete aspirantes a candidatos tras las rejas, el CSE dio como ganador a Ortega, quien fue reelegido para un quinto mandato, el cuarto consecutivo desde 2007.